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«Otra niña viene de camino, jugará con su tía y su prima». Esta frase tan sencilla revela la existencia de cualquier mujer de la época. Hemos sido las grandes olvidadas y nuestro papel, relevante, maliciosamente borrado. Almudena de Arteaga narra la vida de la ilustrada condesa de Gálvez, Felicitas, y su postura, pensamientos, deseos, miedos, ante los logros de su marido Bernardo de Gálvez, una vida dedicada a la conquista. He descubierto a Felicitas, y su coraje al venir a Madrid exigiendo el patrimonio de su marido para sus hijos, pero también a Bernardo de Gálvez un hombre interesante, siempre lejos del hogar jugándose la vida, sin haber conocido más existencia que la de las armas. «Querida mía. Hace ya más de tres meses que no os veo…» «Estoy deseando abrazaros y liberarme de este manto de soledad…» «deseo regresar y dormir tranquilo en mi cama». Es un viaje al siglo XVIII a la Luisiana, a la Florida, el Caribe, México y la España de Carlos IV, de la mano de una mujer desconocida para mí. Es un paseo por una historia casi desconocida, el comercio con los indígenas en el río Misisipi, de piratas, de gobernadores en sus fortalezas al borde del mar caribeño, de relaciones políticas complejas y de estrategias militares y batallas varias. Pero, sobre todo, es una historia de mujeres y sus vidas reducidas a parir hijos y de hombres sacrificados en conquistas de tierras para un rey lejano. Una novela que narra la vida de Felicitas, pero mi atención se fija en su marido, hasta casi el final, cuando se encuentra sola y decide cumplir su promesa, es entonces cuando veo una mujer muy diferente, de dos mundos, os animo a descubrir cuál es el detonante. Yo soy de perfiles y frases, decisiones y actos, y como no podíaser menos aquí os dejo unas cuantas. Los personajes femeninos «… una vez creado algo, perdía completamente el interés por ello para buscar otro hermoso lugar donde poder derramar sus querencias y caprichos». «¡Dios os oiga, querida hermana!», Felicitas es un personaje muy curioso, segundos después dice, «Si me seguís presionando me voy», frases sacadas de contexto, pertenecen a una escena interesante, el primer encuentro entre Bernardo y Felicitas, ese zapato y esa escalera. Tendréis que leer la novela para descubrir ese apasionado encuentro. ¿Era Felicitas una mujer material?, «Esperaba algo un poco más personal», ¿entendía realmente Felicitas el papel que jugaba su marido en la historia de España?, «fueron pasando los meses hasta que por fin mi señor marido, arreglado todos los asuntos pendientes, empezó a tener tiempo para mí y los niños». Leyendo descubrimos personajes fascinantes. |
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