Wangari Maathai: Plantar árboles, sembrar ideas: 5

Wangari Maathai fue bióloga, profesora, ecologista y activista política en Kenia. Nació en una familia campesina y tuvo la suerte de poder estudiar lo que, en Kenia en los años 40, supuso un cambio en su vida y, a través de su proyecto, un gran impacto en la vida de muchas mujeres campesinas.

En "Plantar árboles, Sembrar ideas" se recoge el discurso que realizó cuando le otorgaron el Premio Nobel de la Paz en 2004. Fue la primera mujer africana y la primera ambientalista en recibirlo.

El libro es una preciosidad. Con el texto en inglés y castellano, cada una de sus páginas están ilustradas por Vanina Starkoff utilizando el negro y el naranja. Esta edición también incluye un análisis de Laia de Ahumada que me ha servido para ampliar la información sobre Wangari y profundizar en el discurso.

En 1977, Wangari Maathai creó el Movimiento Green Belt ("Cinturón verde"), una iniciativa que surgió de la escucha: "en cierto modo estaba respondiendo a las necesidades identificadas por las mujeres rurales: falta de leña, de agua potable, de dietas equilibradas, de cobijo y de ingresos."

La idea era "sencilla" y estaba al alcance de las mujeres: recoger semillas del lugar, crear invernaderos y plantar estos árboles.

Esto no sólo ayudó a las comunidades a disponer de más árboles y ampliar el suelo fértil, sino que produjo una mejora en la vida de las mujeres campesinas ya que, al recibir una remuneración por este trabajo, pudieron ocupar espacios de liderazgo en sus comunidades y crear redes de trabajo conjunto entre mujeres.

Actualmente gracias a greenbelt se han plantado más de 51 millones de arboles en Kenia, existen alrededor de 3.000 viveros y más de 35.000 mujeres han trabajado en ellos.

Este libro es el ejemplar número 5 de la colección Akiparla: la fuerza de la palabra.

En este volumen encontramos primero el discurso que Wangari Maathai dio al recibir en 2004 el premio Nobel de la Paz. Esta edicion es bilingüe, por lo que en una página encontramos su discurso en inglés, y en la de al lado el mismo traducido al español. Además, a lo largo del discurso, el texto va acompañado de hermosas ilustraciones de Vanina Starkoff, en negro y naranja. Estas ilustraciones nos recuerdan a África, a naturaleza y vida, a semillas, frutos, agua y plantas.

Durante el discurso, la propia Wangari hizo un repaso de la labor que tanto ella como su fundación, que lleva su nombre y apellido, hicieron durante más de treinta años en Kenia. Allí, no solo se enfrentó a la dictadura, sino también se puso a plantar árboles de la paz, árboles simbólicos pero necesarios después de tanta deforestación en su país. Poco a poco fue consiguiendo metas, y comenzó a ser un referente para jóvenes de todo África, y sobre todo para mujeres de cualquier edad. Fue animando a las keniatas a sumarse a su iniciativa, y plantaron grandes cantidades de árboles.

Tras el discurso, comienza el comentario de Laia de Ahumada, la cual analiza cada parte del mismo, y añade información relevante e interesante de la vida y labor de Wangari Maathai. Este comentario no es demasiado extenso, por lo que no quita protagonismo al propio discurso, y da las claves para conocer mejor a esta mujer tan importante en nuestra historia mundial.

Me ha parecido un buen libro para conocer a Wangari Maathai, y aunque es breve, me ha dado ganas de seguir investigando acerca de su vida y trabajo. Además, la edición bilingüe ofrece la oportunidad de leer directamente el discurso que dio la propia Wangari, lo cual me ha parecido un punto positivo.