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Tenía muchas ganas de volver a Zweig y lo he hecho con esta curiosa y diferente novela corta. Y digo diferente porque el autor se aleja de Europa y del tipo de historias a las que nos tiene acostumbrados. «Los ojos del hermano eterno» (1921) está escrito a la manera de una leyenda oriental y nos cuenta la historia de Virata, un hombre ya maduro, mano izquierda del rey de los birwagh, que, a raíz de un grave incidente decide abandonar la vida que lleva en busca de la justicia, la sabiduría y la verdad. Así, durante años, va cambiando actitudes, aprendiendo de errores y viviendo básicamente en soledad. Sus paisanos lo consideran un hombre virtuoso y sabio, pero a él se le siguen apareciendo los ojos oscuros del hermano eterno recordándole que todavía no está libre de culpa ni es digno de estar al lado del dios de las mil formas. ¿Lo conseguirá finalmente? Esta historia me ha recordado bastante al viaje iniciático de «Siddhartha» (1922), de Hermann Hesse; de hecho, ambas obras se publicaron con un solo año de diferencia. Si os gusta este autor, vale la pena que leáis este libro para ver con qué facilidad cambia de registro y de escenario. Zweig es Zweig. |
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