"𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒖𝒇𝒓𝒐 𝒖𝒏𝒂 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒊ó𝒏: 𝒍𝒂 𝒈𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒄𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏 𝒚 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒖𝒑𝒊𝒅𝒆𝒛" Obra inconclusa donde Stefan Zweig sigue proclamando sus ideales humanísticos y pacifistas, más allá de fronteras y razas. ☆ Clarissa es una joven nacida en el seno de una familia espartana y austera. Su padre, militar de carrera, le da una educación rígida, lejos de afectos y sentimientos. La fuerza que imprime Zweig a sus palabras, siempre concisas y precisas, nos acerca a las carencias afectivas vividas por Clarissa durante su infancia y adolescencia. ☆ El cambio se efectua cuando Clarissa viaja a Lucerna por trabajo y conoce a Leonard, un francés de ideas socialistas, quien le abre la mente a la libertad de sentimientos. Nuevamente el autor se adentra en la psicología femenina, mostrando la problemática de la mujer en 1914: amante de un francés, enemigo tras proclamarse la I Guerra Mundial; embarazada en un momento convulso de la historia. La frustración, la incertidumbre y el miedo se reflejan en Clarissa, unida a la desesperación y el cansancio que toda guerra arrastra. ☆ Zweig desgrana ese miedo y locura en las palabras del profesor Silberstein, simplificando los motivos de la lucha; exasperado por el odio que hasta lo más pacíficos demuestran, motivados por palabras como "patria", "honor" y "humanidad": "𝒂 𝒍𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒓í𝒂𝒏 𝒓𝒆𝒕𝒊𝒓𝒂𝒓𝒍𝒆 𝒆𝒔𝒆 𝒃𝒐𝒏𝒊𝒕𝒐 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒅𝒖𝒓𝒆 𝒍𝒂 𝒈𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂, 𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒂 𝒏𝒐 𝒍𝒐 𝒎𝒆𝒓𝒆𝒄𝒆" |