Una vez más Zweig desnuda los sentimientos y los describe de tal forma que es imposible no erizarse y no conmoverse con sus líneas, esta vez vemos el mundo desde un Niño que, siendo invitado por un extraño hacia una nueva amistad empieza a descubrir lo cruel e injusto que puede llegar a ser un ser querido, un adulto, la vida misma. Nos muestra cómo un niño empieza a razonar como adulto, pero desde su ingenuidad es incapaz de descifrar lo que realmente ocurre a su alrededor. Como siempre quedo satisfecha y con más ganas de este increíble genio de las letras.
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