No he leído nada de este autor y leer novela histórica no es lo que más me atrae en el mundo, aún así me pongo con ella. En las primeras páginas, me encuentro una historia en la que veo posibilidades de que me atrape, el lenguaje es sencillo, parece ordenada y bien escrita, no de forma magistral, no, bien escrita, de esas lecturas que te lees con fluidez.
Conozco a Thomas y me voy a la edad media al norte de Europa, en la época de Maximiliano I y viajo con el durante el reinado de Carlos I. Este joven al que inusualmente le regalan una corona de laurel en un partido de futbol, en el que juega con dos de las familias de banqueros más influyentes de la época empieza a despertar mi simpatía. Todo su periplo empieza a partir de ahí. Una aventura en la que recorre ciudades huyendo de unas acusaciones infundadas, y en las que la buena suerte ( esto es lo que menos me gusta de este libro porque le resta credibilidad ), le acompaña en toda su aventura. Se ganará la vida de diferentes modos pero en general su pasión son los libros, oficio al que se dedicará a veces legalmente y a veces no tanto. Después de aprender el oficio de la impresión de libros, en una de las librerías más importantes de Europa, y de repetir un frustrado intento de huida con otra mujer, desde Augsburgo dando un pequeño rodeo por Italia y Suiza llega a Amberes, paseamos por sus calles, olemos su puerto y somos partícipes de las transacciones más importantes de la época, de la lana de castilla, del tabaco del nuevo mundo...de allí huye a España la atraviesa de norte a sur ... y acaba en Sevilla... de la que acabará yéndose para cumplir su sueño.
Zueco nos traslada a la época posterior al descubrimiento de américa por Cristobal Colon, nos sumerge en el reinado de Carlos I, y nos cuenta detalladamente las anécdotas de una Sevilla que no parece tan diferente ( el menos en los tópicos que el utiliza ) a la de hoy en día. Una Sevilla demasiado pequeña en la que todo se sabe. Nos hace un recorrido literario por los clásicos griegos, nos relata la historia de amor de Abelardo y Eloisa y otros resúmenes de clásicos griegos, y repetitivamente a lo largo del libro nos intenta convencer de que los libros son la salvación de la gente, que son el valor añadido de una sociedad. La cultura debe ser asequible para todos los públicos y no solo estar al alcance de unos pocos. Esa historia lineal de fondo de Thomas toca el luteranismo y a Erasmo de Rotterdam, a la santa inquisición y a sus prácticas.
La segunda parte del libro, transcurre en la residencia de Hernando Colon y su maravillosa biblioteca. Es en este lugar donde correrá las mayores aventuras topándose con personajes buenos y otros que debiendo ser malos, el autor no consigue trasladar bien a la historia esa maldad.
Es un libro que creo que no le queda detalle histórico de la época sin tocar además de las anédotas más importantes de las historias propias de los sitios por los que viaja el protagonista. Durante toda la lectura, considero que es un libro bonito, que la historia me gusta, aunque le falte realismo debido a esa descripción un tanto azucarada de los eventos y las desventuras del protagonista. Pero la novela tiene un problema y es que el autor se repite una y otra vez en sentencias, e incluso en hechos, que te descolocan y piensas, ¿pero esto no lo he leído ya antes?. Se excede con los detalles, no avanza con la historia principal ya que la fuerza a participar en la época histórica de un modo poco creíble. El protagonista no vive la época histórica, no, participa de ella de un modo un tanto forzado. El libro está tan repleto de datos y de detalles literarios que es casi imposible hacer una reseña concisa de todo lo que te puedes encontrar en él.
Si te gustan los libros que narran al detalle las historias con descripciones exhaustivas, este libro es perfecto.