He de admitir que tengo una pequeña (diminuta, insignificante, nada serio) OBSESIÓN, NECESIDAD por las portadas en las que aparecen animales, da igual que sean domésticos o salvajes, lo necesito en mi estantería. Soy una persona totalmente amante de los animales, tanto domésticos como salvajes y yo no concibo una vida sin ellos; asique me interesaba mucho saber que pasar por la cabeza de una persona que no es amante de los animales, para que cambie el chip y dedica darle una oportunidad a un animal, en este caso, a una gata. De una forma muy entretenida y divertida, el autor nos cuenta sus comienzos y aventuras con la gata; no os esperéis una trama apabullante, porque no la hay, solo Mia y Pablo Con un ritmo ameno y un tono relajado, Pedro nos cuenta como poco a poco va conociendo las manías y gustos de Mía (larga vida al pavo), sus ansias por querer salir, su odio a las puertas cerradas... también nos cuenta como se relaciona con el resto de familiares, especial mención a la relación de Mía con su uela”. Además también hay algún capítulo con experiencias de otros padres gatunos, así como gatos famosos o gatos en la literatura, perfecto para conocer todas las personalidades posibles que podemos encontrar en un gato. Sin duda es un libro que recomiendo para los amantes de los animales; pero sobre todo, para los que no lo sean, para que puedan llegar a hacerse una idea de la compañía que dan, y de lo felices que nos hacen con solo respirar. |