InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Ferrer


Ferrer
22 June 2019
En este curioso libro, dividido en ocho capítulos con un glosario que se agradece pero que se queda corto, Zimmer nos muestra cómo los parásitos manipulan nuestro sistema inmunológico y cómo convierten a sus hospedadores prácticamente en sumisos. Un trematodo (parásito) de unos centímetros de largo puede engañar a nuestro sistema inmunológico haciéndole creer que es inofensivo y poniendo en evidencia su capacidad de destrucción. En el prólogo, el autor nos narra la historia de Justin, un niño de Tambura (Sudán) con la enfermedad del sueño, una dolencia que en 1906 redujo la población del país de 6'5 millones a 2'5 millones y que en 1960 se daba por erradicada. Sin embargo, en 1997 hubo rebrotes que, en casos graves, se contrarrestaban con un fármaco con un 20% de arsénico en su composición hasta el punto de fundir las clásicas vías plásticas intravenosas. En ese lugar africano también sufren la ceguera de los ríos y la elefantiasis, una afección parasitaria que hincha el escroto hasta el extremo.
Zimmer cuenta cómo Anton von Leeuwenhoek en 1673 fue el primero en ver, con un microscopio, bacterias y células en unas gotas de agua de lluvia. En aquel entonces, el cuerpo humano era “una isla de vida apenas explorada, el hogar de criaturas distintas a cualquier cosa del mundo exterior”, porque los parásitos constituyen el mayor grupo de especies del planeta. Por ejemplo, hay un loro en México que en sus plumas tiene 30 especies de ácaros, hay 6.000 especies nombradas de tenias, en las agallas de un pez pueden tener su nicho hasta un centenar de parásitos y en las entrañas de un pato pueden convivir catorce especies de gusanos parásitos, cada una en un tramo distinto del intestino en función de la acidez, el alimento y el oxígeno existentes. Los parásitos han colonizado los hábitats más hostiles de la naturaleza. Sorprendente y bien explicado por Zimmer.
El autor sugiere que las mamíferos migratorios planifican su recorrido para evitar lugares repletos de parásitos, explica cómo un cuco engaña a un carricero para que le alimente, por qué los soldados de Napoleón orinaban sangre en Egipto, recoge el pensamiento de Henry Drummond para quien los parásitos solo quieren dos cosas: alimento y refugio, y muestra los errores del británico Ray Lankester y de Konrad Lorenz, quienes infravaloraron a los parásitos, a pesar de que pueden salir ilesos de su paso por el estómago o, incluso, pueden reconstruir partes del cuerpo hospedador para adaptarse mejor.
Siguiendo a William Hamilton, Zimmer sostiene que cada vez hay más pruebas de que los parásitos dirigen la evolución del sexo y de que son los responsables de que los animales tengan sexo y apunta las hipótesis de la lotería, del banco enmarañado y de la Reina Roja. El epílogo es fascinante gracias a la historia de cómo una avispa esmeralda usa a una cucaracha para que albergue sus huevos. de lectura entretenida por la multitud de historias con las que apuntala los datos sobre los parásitos, este es un ensayo divulgativo apto para lectores curiosos de la ciencia.
Comentar  Me gusta         20



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(2)ver más