La forma de la oscuridad

“Allá arriba le espera la madriguera de la Sirena. Desde el rellano divisa la boca del antro, que exhala el vapor de las olas. Dentro de poco todo habrá acabado y ese horror solo será un recuerdo. Otro paso hacia la libertad. Porque el caos genera el miedo. Y el orden es la única cura.” ~ La forma de la oscuridad de Mirko Zilahy.

Ambientada en Roma, la novela narra el caso de un psicópata que está asesinando y recreando con los cadáveres obras de arte a modo de esculturas. Conocemos al asesino en su voz y su historia y la verdad si no fuese porque es tan cruento -y por supuesto porque es un asesino- hasta da pena. La narración va intercalando la investigación con la visión del criminal y su historia, pero también con las víctimas.

En el trasfondo, esas formas que hay en la oscuridad real y en nuestra oscuridad mental; los monstruos que tenemos que enfrentar, los reales, pero los que nosotros creamos. Es el caso de este cruento asesino que persigue sus monstruos, la mayoría mitológicos. Se considera un cazador que quiere terminar con el caos y así persigue y elimina a su Minotauro, su Medusa o su Escila, entre otros. La puesta en escena de los crímenes es un poco fuerte pero responden a una lógica.

Segunda entrega del comisario Enrico Mancini. Si bien la primera, Así es como se mata, me resultó más enredada en cuanto a la forma en la que está escrita, esta segunda me ha encantado. Cierto que cuando comienza el libro lo hace en línea metafórica y pensé “uy, comenzamos bien” pero pronto cambió el estilo y me enganchó.

A pesar de que de vez en cuando al autor le sale la vena poética y tienes que releer dos veces para saber qué quiere decir, el libro se lee muy bien. Y la historia, con sus saltos en el tiempo, está hilvanada de manera que no te pierdes. al principio cuesta un poco pillarle el punto a la parte de la mente del asesino y sus visiones pero en cuanto te haces a ello, sin problema.