No tengo un cerebro enfermo. Lo que tengo enfermo es el corazón.
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No tengo un cerebro enfermo. Lo que tengo enfermo es el corazón.
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No elegí la anorexia. Pero todas y cada una de las mañanas elijo luchar contra ella, una vez más.
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La anorexia es una historia contada cada vez por una chica distinta.
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No hay tragedia en el sufrimiento. Es lo que es, igual que la felicidad. Estar presentes para vivir ambos, eso es la vida, creo.
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Mi verdadera profesión es la anorexia.
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Eres responsable de aquellos que eliges amar.
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Es un retelling de...