Esqueletos

Zerocalcare tiene dieciocho años y cada mañana se levanta para ir a la universidad, se despide de su madre y se encamina hacia el metro. Pero lo que ocurre es que Zero no entra a las clases y se pasa la mañana haciendo el recorrido del metro una y otra vez, perdiendo sus tristes días y ocultando a su madre que ha pisado la universidad días contados. Es allí donde conoce a un chico menor de edad que al parecer también hace pellas todos los días y se dedica a grafitear los vagones del metro. Entre ellos se forma una curiosa amistad.

Entre tanto se va entretejiendo un thriller y viene a raíz del dedo amputado que Zero se encuentra en la puerta de su casa. ¿Quién lo ha dejado ahí? ¿A quién pertenece? ¿Es una advertencia?
Michele Rech es el autor de "Esqueletos". Es dibujante de cómics e ilustrador y firma bajo el pseudónimo de Zerocalcare. Es un autor muy premiado en su país (Italia) y cuenta con varias novelas gráficas, cuyo protagonista suele ser él mismo, o lo que viene siendo Zerocalcare. Me consta que hay partes biográficas, y muchas de las vivencias de Zero son suyas propias. Además, es el creador de la serie de Netflix, "Cortar por la línea de puntos", cuyo personaje vuelve a ser Zerocalcare.

"Esqueletos" es una novela gráfica para adultos. Reservoir Books la ha editado en tapa blanda y el tacto de su cubierta es tipo cartulina. Sus páginas son de calidad, siendo un poquito más gruesas que las de un libro convencional.

Este es el primer cómic con el que me adentro en el universo Zerocalcare. No es necesario leer las anteriores novelas gráficas para disfrutar plenamente de esta. Son independientes y no cuesta adentrarse en la historia ni en los personajes.

"Esqueletos" podría ser la crónica de la juventud de clase media-baja de cualquier país de hace veinte años, este caso de Italia. El autor comienza la novela con un suceso desconcertante para Zero, y es la parte más misteriosa de la trama, cuando se encuentra con un dedo amputado en la puerta de su casa. A partir de aquí conoceremos al elenco tan pintoresco de personajes que componen la novela. Alguno de ellos tan surrealistas y fantasiosos como la madre de Zero, que es una gallina o el armadillo imaginario que hace el papel de conciencia del protagonista.

Los demás personajes no tienen desperdicio. Son el reflejo de una sociedad marginal en la que las drogas y el trapicheo era el día a día. Así nos encontramos con el yonki del barrio, la chica rara, la guay, el friki y el matón abusador que ya ha estado en la cárcel. También está Zero que trata de pasar lo más desapercibido posible para no ser el centro de atención de los matones. El personaje que no es del grupo es Arloc, un chico menor de edad que se dedica igual que Zero a pasar de las clases y viaja en el metro haciendo grafitis.

Arloc adquiere un papel protagonista en la historia. Ante las desgracias que le han caído en la vida, se defiende del modo más fácil para él y es siendo un rebelde. Pero su fondo es bueno y está lleno de inquietudes.

El personaje de Zerocalcare está lleno de inseguridades y miedos. Miedo a no encajar en el entorno universitario, miedo a defraudar a su madre, a ser un fracaso como estudiante y por ende no poder aspirar a un buen futuro. Esos miedos generan en él ansiedad y le crean unos monstruos interiores con los que va a tener que cargar por mucho tiempo.

El autor trata el tema de la amistad, de la ayuda en la pandilla cuando se es joven, de la valentía y la cobardía, del temor incluso a perder la vida en las calles donde la droga y el abuso estaban presentes cada día. También aborda el tema de la paternidad, de los prejuicios e incluso de la homosexualidad. Todo ello muy bien hilado y tejido hasta reencontrarnos con un Zero veinte años después.

La parte de thriller que nos anuncian no es lo principal, de hecho, es el principio y el final del cómic. No hay investigación ni novela negra como tal, pero esto es lo que da pie a una parte de la historia y a algo que marcó al protagonista.

Las ilustraciones son en blanco y negro y los rasgos de los personajes son muy caricaturescos, exagerando mucho las expresiones. Un buen detalle es que el grueso de la novela está escrito y dibujado sobre páginas de color blanco, y las partes más tenebrosas en las que nos adentramos más en el thriller, vienen escritas y dibujadas sobre páginas de color negro. Todo un acierto.

Zerocalcare posee un humor inteligente, negro y contundente, como la mano de ese conocido que se acerca para saludarnos y en cambio lo que recibimos es un puñetazo en todo el estómago.

El título elegido, "Esqueletos" le viene que ni pintado, ya que al igual que el protagonista, la mayoría solemos tener monstruos y esqueletos encerrados en el armario que nos impiden avanzar como personas.

En resumen, "Esqueletos" es un cómic que no deja indiferente por la variedad de temas sociales y personales que trata, y como aderezo tenemos un pequeño thriller que pone el punto de misterio a la historia. Muy recomendable.

Enlace: https://anikaentrelibros.com..

Como supongo que le habrá pasado a más de uno, me sentí atraído por la obra de Zerocalcare a raíz de la serie de Netflix basada en su obra, de modo que cuando vi este libro en el estante de una librería no me lo pensé y decidí llevármelo. No me arrepiento en absoluto.
Prefiero no entrar en detalles acerca de la trama, principalmente porque por absurdo que parezca, no me parece lo más relevante de esta novela gráfica. Su premisa, y la historia que se desarrolla a través de ella me han parecido que tan solo son meros catalizadores de las ideas fundamentales que se tratan de transmitir. Sé que suena un poco pretencioso dicho así, pero la gran realidad es que de una forma natural y con un gran sentido del humor se abordan temas como los remordimientos, el peso de las expectativas, las consecuencias de nuestras acciones y en general, el peso que a veces la vida pone sobre nuestros hombros.
Uno de los puntos más interesantes de "Esqueletos" es como el humor se integra perfectamente en situaciones tremendamente dramáticas, situaciones crudas y emocionalmente honestas. Consigue sacarte una carcajada cuando en la viñeta anterior quizá estaba a punto de hacerte saltar las lágrimas, sin que esto resulte extraño de forma alguna.
La obra termina como terminan a veces ciertas etapas de nuestra vida, dejando heridas abiertas y lecciones aprendidas, pero al mismo tiempo una falta de conclusión.
No le he encontrado ninguna pega, me ha encantado de principio a fin. Si tienes la oportunidad de echarle un ojo, no te lo pienses. Vale la pena.