La vida privada de los árboles

Una maravillosa lectura, otra vez el escritor chileno me ha dejado con ese sabor delicioso de una gran obra. Es su segunda novela, pero el camino que recorre en esos pequeños mundos que descubrimos hace que nuestra atracción e intensidad aumente.

En esta obra sus planteamientos elaborados en la primera novela Bonsái, se repiten aquí, aunque llegando más lejos, ya que encontramos además un cierto análisis de la sociedad en la que vive.

Son recuerdos y sentimientos que se magnifican durante la larga espera en una noche en la que su mujer se retrasa, el protagonista, Julián, profesor de literatura, vive con Verónica y la hija de ella, Daniela, y en esa noche en que Verónica no regresa de su clase de pintura, es cuando las conjeturas dan pie para dedicar sus recuerdos a su pasado, a su familia, a la sociedad, donde también se hacen importante alusiones a los años de la dictadura y los toques de queda.

La crítica política de un pasado reciente, se hace presente en sus recuerdos, y es así cuando el narrador dice algo importante en este sentido: “soy el hijo de una familia sin muertos” y es un recuerdo lleno de amargura, al menos así lo entiendo yo.

Y mientras imagina qué es lo que habrá podido ocurrir con Verónica, también lo lleva a pensar en una Daniela que se ha hecho mayor y entonces la novela cambia, como también lo hace la voz narrativa , y será Daniela, ya adulta la que reflexiona sobre su propio pasado, sobre sus padres, Verónica y Fernando y también sobre Julián, su padrastro, pero esto nos llega hacia el final de la novela.

En realidad, yo también como lectora, espero la llegada de Verónica, y mientras tanto, escucho los relatos sobre la vida privada de los árboles y al mismo tiempo la vida privada del propio Julián, del niño que fue, de sus relaciones y conflictos en el amor y por supuesto de sus continuos pensamientos y reflexiones de los que no desea salir.

¿Llegará Verónica? Julián cree que solo en las novelas, cuando alguien no llega, es porque ha sucedido algo malo, pero también piensa que como él no está en una novela, pues Verónica llegará y tendrá un motivo razonable para justificar su tardanza. Sin embargo también piensa en la literatura donde aparecen muchas mujeres que no llegan.

Ya es tarde, la niña Daniela, se despierte y le pide más historias, y Julián vuelve a narrar e improvisa una historia, la niña se duerme pero él sigue construyendo su propia historia y la construcción de su vida y de una familia.

Un aspecto que me ha llamado mucho la atención es el juego de colores que despliega en las descripciones, mujer blanca , una niña menos blanca, un niño menos moreno… y esto ¿ qué puede representar? Puede deberse a que hay rasgos de cierto racismo en la sociedad que intenta demostrar, la verdad es que tiene cierta importancia social pero aquí me quedo porque tampoco lo sé. Sin embargo, me ha resultado llamativo.

Aunque en realidad, en la novela hay muchos otros elementos que son realmente interesantes a la vez que significativos y polisémicos es, por tanto, una obra que deja bastantes líneas sin cerrar, pero solo en matices en las que podemos entrar con nuestras interpretaciones.

Es un libro que conecta con su novela anterior y que parece que también lo hará con obras posteriores, y como me gusta su estilo, sus elipsis, su lenguaje, su prosa fresca, sus alusiones a la gran literatura, su manera de contar la historia como relatos independientes, su temática, la gran economía de palabras que lo hacen particular y todo lo demás, es decir, TODO, pues ya tengo preparada otra de sus obras , la de Poeta chileno, para leer. ¿La habéis leído?

De momento, esta novela ha sido una interesante lectura en la que dejarte envolver.

Alejandro Zambra es, para mí, un autor que logra que la vida, común y corriente, se transforme en historias que conmueven. de la simpleza de una situación nace un relato profundo.

En “La vida privada de los árboles” transcurre tan solo en una noche, en la de un hombre que espera la llegada de su pareja. Pero la demora le provoca incertidumbre y la desesperación de la espera lo lleva a reflexionar sobre su relación. Reflexión que involucra el pasado de esa pareja, como también la visión de un futuro incierto.

Como dije antes, una historia simple, directa, pero llena de matices y frases que me llegaron al alma. Gracias al uso de un refinado relato pude sentir no solo las emociones de los personajes sino también toda la sociedad chilena, con sus virtudes y defectos. En el aire queda la sensación de no saber si la historia es ficticia o una biografía oculta. Esa ambigüedad me resulto muy atractiva por lo íntimo y personal que se siente el relato. Una cualidad que pocos autores poseen.

Un libro recomendado, ya que en pocas páginas puedes sentir la esencia de Zambra en cada frase: poesía que embruja.

“La vida privada de los árboles” es una historia de dudas y espera, construida a base de ausencias, recuerdos y reflexiones. Un relato de lo cotidiano, de vivencias habituales y sentimientos corrientes, de esos que en algún momento todos hemos experimentado y con los que nos sentiremos irremediablemente identificados.

Julián vive con su mujer Verónica y Daniela, la hija de ésta, una vida apacible y tranquila. El es profesor de Literatura y escribe una novela en sus ratos libres. Por la noche le cuenta a la niña antes de dormir historias sobre árboles que él inventa. Pero un día Veronica sin previo aviso, no regresa de su clase de pintura. Y en esa noche de ausencia injustificada es en la que se desarrolla esta novela. Unas horas de vigilia, de una larga y tensa espera, en la que Julian conjetura sobre las causas de la demora de su mujer, en las que le asaltan los miedos y las inseguridades, mientras se hace multitud de preguntas, preguntas para las que no obtiene respuesta. Las horas pasan y a la espera de noticias o quizás en un intento de encontrar explicaciones o respuestas comienza a hacer un repaso de su vida y analizar las bases en que se fundamenta su relación familiar y de pareja. Y de ahí comienza unas erráticas especulaciones hacia lo que presume podría ser su futuro sin Verónica.

Una lectura deliciosa narrada en una prosa sencilla pero cuidada, casi poética, tan característica de este autor y que a mí me tiene enamorada. Aquí no importa lo que se cuenta, lo que te cautiva es como se cuenta. Un viaje pausado a los recuerdos y las reflexiones del protagonista mientras desmenuza su presente y las variables sobre su incierto futuro y el de la pequeña Daniela. Una historia cotidiana pero emocionante, de una contundencia y profundidad tal que conmociona y desconcierta.

El libro comienza con una noche que se va estirando poco a poco, en la que Julián espera a que Verónica regrese a casa. Verónica no llega y el presente se funde con pensamientos sobre el pasado y conjeturas sobre el futuro de tal modo que la novela se convierte en muchas ramificaciones hacia atrás y hacia adelante que continuarán hasta que ella regrese o hasta que Julián esté seguro de que ya no volverá.

El autor lo hace bonito contando con mucho detalle algunas escenas y ocultando otras para que el lector complete los huecos mientras espera junto a Julián.

¡Me ha gustado!

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📚 La vida privada de los árboles
♂ Alejandro Zambra
📕 Físico

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Que pena. No he disfrutado nada de este libro y a pesar de ser tan cortito me ha aburrido.

Julián, casado con Verónica, esperando a que ésta vuelva de sus clases de dibujo, acuesta a Daniela, la hija de Verónica. Es la imagen de un padre contándole cuentos a Daniela a la hora de dormir. Pero Julián es solo el padrastro de Daniela. En este intervalo de hora de cuentos, mientras espera a Verónica que llegué a casa, Julián hace un repaso de su vida anterior, de la Verónica así como de sus exparejas y el futuro de Daniela.( Vaya lío eh?)

He entendido el punto en que el autor nos quiere hacer partícipes de los pensamientos de Julián. He esperado a Verónica que entre por la puerta también, que duda de su ausencia, pero la historia no me ha llegado al corazón.

La historia entremezcla el pasado, el presente y el futuro y eso ha hecho que me saque de la historia y me confunda. No he llegado a entender si son todo pensamiento, paranoia o realidad. Puede que esa sea la gracia de la novela y no la he sabido apreciar.

Una primera impresión agridulce con el autor, pero le daré una segunda oportunidad. Durante la novela nombra mucho su primera obra Bonsai, seguramente será la siguiente que lea.

✴ ¿ Conocéis a Alejandro Zambra?