Yo soy Malala

Supongo que me animé por fin a leer esta novela, que había comprado en una oferta en octubre de 2019, influida por la lectura de otro gran héroe pakistaní, Iqbal Mashib. Tenía ganas de acercarme a la figura de esta niña, que ya no lo es, que rezuma valentía y determinación. Os recomiendo que le echéis un vistazo a algunos de sus entrevistas o sus discursos. La presencia que tiene cuando habla es insuperable. Es tranquila, firme, bondadosa, risueña y muy clara.

Dejando a un lado la historia en sí, y la verdad de todo lo que narra, que atesora una realidad más cercana en el tiempo de lo que me gusta pensar, es importante valorar el texto como medio divulgativo e, incluso, formativo. Adentrarse en el mundo de una Malala niña, en su día a día, en sus ilusiones y motivaciones, y en todo lo que la llevó hasta ser víctima de un atentado, ha sido toda una experiencia de la que he obtenido beneficios, sin duda. Quizá el carácter a veces periodístico de los capítulos se aleja de la belleza de un texto más literario, pero no era ese el objetivo de mi lectura.

El término «talibán» es ya un habitual de nuestra realidad desde hace ya muchos años. Quien más, quien menos conoce lo que implica y directamente lo relacionamos con la falta de derechos fundamentales, con una interpretación sesgada y radical de la religión y con la represión. A través de los capítulos de este libro, descubrimos qué significó para Malala, una niña cuya ilusión era seguir estudiando y aprendiendo, la radicalización del discurso religioso en su región de Pakistán (Mingora). El libro nos muestra a una chica pashto normal que encontró su fuerza interior en la determinación de sus convicciones.

Yo soy Malala son unas memorias, narradas por ella misma, donde podemos descubrir el cómo del cambio en su realidad; no tanto el porqué, porque no hay justificación moral ni ética para ello, así que prefiero no pensar que hay un porqué. Estructurada en partes, la autora nos va explicando qué camino siguieron los acontecimientos para acabar como acabaron, con ella al borde la muerte.

—Primera parte: Antes de los talibanes
—Segunda parte: Una sombra sobre nuestro valle
—Tercera parte: Encuentro mi voz
—Cuarta parte: En el punto de mira
—Quinta parte: Una nueva vida lejos de casa
—Epílogo: Una niña entre otras muchas

Sin duda, yo, de todas las partes, me quedo con la primera, en la que habla de su mundo antes del cambio, de sus ilusiones, de sus sueños, de su vida (añorada mucho después), y con el epílogo. Os recomiendo que escuchéis su discurso ante las Naciones Unidas. No le sobra ni una palabra.

Un lenguaje muy coloquial, muy directo y nada descriptivo; a veces se acerca a realismo intimista porque nos coloca en la zona más privada de una familia: su hogar, sus conversaciones y sus miedos. Capítulos cortos, lo que facilita su lectura. Te proporciona una visión global, a la vez que personal y, lógicamente, sesgada (sin tomar esto como algo peyorativo), de toda su historia, desde esa niña de 10 años que se encontró un día con que la radicalización de los preceptos talibanes prohibían su educación y su estilo de vida, hasta esa nueva vida lejos de su hogar. Es un tipo de lectura menos literaria que te acerca al testimonio, maravilloso y sincero, de la propia Malala.

Por todo esto, ha sido una lectura enriquecedora, que me ha mostrado la realidad social que envolvió, y cambió, la vida de miles de niños; me ha enseñado cómo las palabras son determinantes, tanto para bien como para mal, y me ha recordado que el mundo necesita gente que no se calle, que hable alto y claro, y que la educación es un derecho fundamental de todos.





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Todos hemos oído hablar de Malala y conocemos su historia en mayor o menor medida: la niña de un remoto valle en el norte de Pakistán que alzó su voz y se enfrentó a los talibanes para poder ir a la escuela, la niña a la que le dispararon en la cabeza por ello, la niña que defendió el derecho a la educación de las mujeres en las Naciones Unidas, la niña que ganó el Premio Nobel de la Paz con tan sólo 16 años... esa niña que ya es una mujer y que desde el exilio sigue luchando por el acceso universal a la educación.

En este libro Malala nos cuenta todo eso, pero también nos habla de su familia, de su país. La historia de su familia, como cualquier otra, queda ligada a la historia del país, así, Malala nos habla de la situación social, política y religiosa de Pakistán, de la llegada del régimen talibán o de las consecuencias de su extremismo en la población: "Los talibanes primero se llevaron nuestra música, después nuestros Budas, después nuestra historia".

Pero sobre todo, nos relata la situación de las mujeres en Pakistán, y como la lucha por su educación se convirtió en el día a día de su familia, una familia normal que se enfrentó a los talibanes. Por ello tengo que destacar al padre de Malala, un hombre que no solo creía que la escolarización debía ser un derecho básico para todos sino que siempre alentó a su hija a leer e ir al colegio en una sociedad que da privilegio a los hijos varones: "Yo protegeré tu libertad, Malala. Sigue tus sueños".

Así, a parte de lo dicho anteriormente, destaco la lectura por dos aspectos contretos: el análisis de la historia Pakistán me ha resultado muy interesante y la historia de una niña comprometida con sus principios desde bien pequeña. La historia de una niña que nos hace creer en como "el poder de la voz de una persona puede cambiar el mundo.” Impresionante, imprescindible.

Me quedo con esta frase de Ban Ki-moon:

“Los extremistas han demostrado qué es lo que más temen: a una niña con un libro.”

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He tenido la intención de recoger estas memorias durante mucho, mucho tiempo. Estoy segura de que la mayoría ha escuchado sobre la historia de Malala de una manera u otra, y Yo Soy Malala es una historia muy inspiradora, poderosa y desgarradora. Creo que podría haberlo recogido en el momento equivocado, porque de alguna manera contra las expectativas no pude conectarme con la historia ... Especialmente la primera mitad fue una lucha para mí; creo que tiene algo que ver con la gran cantidad de nombres, lugares y políticas diferentes involucrados. Si bien ofrece un excelente historial y es una mina de oro para obtener información sobre Pakistán, luché por mantener mi atención en la historia. Pero como dije, eso podría haber sido que no era el libro correcto en el momento adecuado para mí. Cuando llegas a la segunda mitad y aprendes más sobre la historia personal de Malala, tanto los eventos de su disparo por sus creencias como las consecuencias, fue mucho más fácil mantener tu atención en la historia. Malala es sin duda a la vez inspiradora y extraordinaria ... Y es fácil entender por qué se la considera un símbolo de protesta pacífica en el mundo. Podría terminar releyendo esta historia en el futuro para ver si reacciono de manera diferente.

Malala escribe una autobiografía sobre su vida en el valle de Swat, Pakistán, hasta que un talibán se cuela en su autobús escolar y dispara contra ella y dos compañeras. Realmente no se ni por dónde empezar a explicar por qué este libro es importante, así que abro con un simple: leedlo.

Todo el mundo sabe que la situación en Pakistán es conflictiva, pero la mayoría no tenemos muy claro qué es realmente lo que ha sucedido y está sucediendo. Este libro te da un contexto histórico que ayuda a comprender los motivos y, especialmente, las consecuencias del conflicto. También es una ventana a un mundo con una cultura riquísima y diametralmente opuesta a la nuestra, así como un llamado a la aceptación y la libertad de culto, que muestra el islam como una religión como otra cualquiera: llena de gente buena y utilizada como arma por un pocos.

Pero lo mejor del libro es la lucha sencilla y pacífica de una niña y su padre, apoyados por su familia y amigos, para no callar ante el avasallamiento y el totalitarismo religioso o político. El coraje de Malala me ha hecho llorar mucho mas que los atentados y las injusticias.

Hoy os vengo a hablar de una historia muy especial!!

Últimamente ando con un bloqueo lector, así que os iré trayendo las novedades que ya he leído y están a la espera de ser descubiertas de mi biblioteca.

Es el caso de una mujer a la que admiro un montón: Malala, premio Nobel de la Paz en el 2014 (junto con Sayarthi).
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Yo soy Malala es una autobiografía de la misma. Cuenta desde su activismo temprano, a los 10 añitos, por el derecho de todos los niños y especialmente niñas a ala educación, amenazada por el régimen talibán en Pakistán. Tanto miedo le tuvieron que decidieron acabar con su vida pero NO LO CONSIGUIERON!! Y aquí sigue nuestra querida luchadora.
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El lápiz mágico de Malala es la misma historia, con unas ilustraciones muy bonitas, pero orientada a los peques.

Y si lo vuestro no es comeros autobiografías, os recomiendo Él me llamó Malala, un documental sincero y muy cercano a ella y a sus seres queridos.

¡Malala no es sólo una!
@malalafund
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