InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de MaiteMateos


MaiteMateos
02 July 2021
Memorias de Adriano es un discurso silencioso, una indagación, una larga epístola dividida en capítulos que el sucesor de Trajano, el emperador del siglo II d.C. Publio Elio Adriano, dirige a su nieto adoptivo Marco Aurelio, en segunda línea sucesoria, para explicar y analizar su propia vida, desde la infancia hasta pocos momentos antes de su muerte.
Memorias de Adriano presenta un auténtico mundo ficticio histórico reconstruido por la autora francesa de origen belga, Marguerite Yourcenar, que comenzó a documentarse y escribir la novela en 1924, después de autoeditar sus primeros libros de poemas, en un momento en que se está fraguando la caída, la disolución del modelo tradicional narrativo, un cambio de paradigma estético que tiene lugar a partir de la concepción y publicación de novelas como las de Proust, Joyce o Woolf. Y sin embargo, encontramos en Memorias de Adriano una voluntad de conservar el concepto convencional de desarrollo argumental, siguiendo la misma idea filosófica que Foucault reflejaría posteriormente en su obra Las palabras y las cosas: hay que analizar en el lenguaje y en la narratividad de la existencia lo que somos”.
Durante el largo período de concepción de Memorias de Adriano, Yourcenar se inspira en una novela breve de Jean Schlumberger, El león se hizo viejo (1928). Mientras tanto, la autora va depurando su personal estilo con la publicación de otras numerosas obras poéticas y narrativas. Asimismo, traduce a Cavafis, Virginia Woolf, Henry James y Yukio Mishima, hasta que retoma su proyecto inicial de reconstruir la historia del emperador Adriano tras encontrar unas páginas entre sus papeles que comenzaban con las palabras “Querido Marco…” que eran la primera versión iniciada en 1924. Pero lo que la espolea definitivamente es el hallazgo de una famosa frase entre la correspondencia de Flaubert que rezaba: “Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en el que el hombre estuvo solo”.
Transcurren entonces diez años más de investigaciones, documentándose, reescribiendo entre 1948 y 1950, una y otra vez, hasta culminar con la publicación de Memorias de Adriano por entregas en la revista francesa La Table Ronde, en 1951.
Una excelsa musicalidad poética y acertados ritmos interiores caracterizan el estilo de Yourcenar. No es en realidad una lectura fácil, entre otras cosas porque recurre al estilo de los memorialistas del siglo XVIII, pero la traducción al castellano de Julio Cortázar es magnífica.
Se puede hablar en Memorias de Adriano de dos tonos confrontados. El tono togado (por la toga del emperador) solemne y retórico, que dota a la novela de cierta pesadez y el tono confidencial, intimista, donde el léxico pasa a ser más emocional y facilita la conexión con el lector.
Pese a algunas opiniones es admirable la maestría de Yourcenar al meterse en la cabeza de alguien que vivió hace casi 2000 años, con una mentalidad impregnada de retórica y poesía a partes iguales, algo que implica un excelente trabajo de documentación, lo que en mi opinión convierte a Memorias de Adriano en una obra maestra de la literatura en general y de la novela histórica en particular. A algunos les gusta hablar del subgénero de las “falsas memorias”, de novela epistolar, filosófica y poética y sí de novela histórica, la novela histórica más lograda de todos los tiempos, que no tardó en alcanzar un enorme éxito de crítica y de ventas.
Memorias de Adriano es un esfuerzo por comprenderse así mismo, una larga reflexión en torno al poder, el paso del tiempo, el arte, la belleza, la cultura, la filosofía, la música, la guerra y la paz, el amor y las pasiones. Y la muerte…
De hecho, la muerte de Antinoo, el amante favorito de Adriano, es la metáfora de la muerte de un orden, de un proyecto frustrado, de la imposibilidad de conciliar lo bueno, con el orden y lo bello. de la misma manera, Adriano constata la imposibilidad de conciliar los dos pensamientos vigentes en su época, el pensamiento epicúreo-estoico pagano y el pensamiento judeocristiano.
La opción de Adriano es en definitiva la de construirse en la pluralidad, aceptar la diversidad de la vida y entrar así, en la muerte, en la eternidad, con los ojos bien abiertos.
Enlace: https://librosmagazine.wordp..
Comentar  Me gusta         30



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(1)ver más