 |
Esta portada llamó poderosamente mi atención, por el buzón y la carta. Leer que era una novela epistolar me hizo decantarme definitivamente. En ese momento no sabía que estaba ante la primera novela de una mujer de setenta años. Ha sido una gran sorpresa para mí. Sin duda, nunca es tarde para escribir. Los protagonistas de estas cartas son Tina Hopgood, una mujer inglesa que vive en una granja, y Anders Larsen, conservador del museo de Silkeborg, el museo arqueológico de Dinamarca. Cartas entre ellos donde hay tanto datos históricos como sus temas personales. Empiezan en Diciembre y cuando ya llevan unas cuantas, en el mes de Junio, dejan de usar el correo postal y pasan a adjuntar las cartas por email. Todo comienza girando a través del hombre de Tollund, que se encuentra en el museo de Silkeborg y a partir de ahí hablan de historia, de rituales... pero sobre todo de la vida, de temas personales, de sus familias, de sus casas... Me ha hecho reflexionar mucho sobre la sociedad actual y los aislados que estamos unos de otros. Ya no somos una sociedad como antiguamente. He disfrutado mucho de esta lectura sociológica desde el punto de vista de una mujer mayor y de aquel que responde sus cartas. Me he sentido parte de la historia y me he imaginado a cada uno de los personajes y muchas de las situaciones. Quería hacer una mención especial al cuento del hombre de trapo que una madre junto a su hija le cuentan al hombre de Tollund. He de decir que no esperaba ese final, pero me ha gustado. Me hubiera gustado saber más, pero así está bien. |
>
