¿Cómo vives?

Otra de las lecturas que me cayó estas Navidades, un clásico juvenil japonés en el que se supone que se basó Hayao Miyazaki para crear su última película, “El chico y la garza”.

Koperu es un niño que está entrando en la edad adulta y, al encontrarse en ese momento vital, empieza a preguntarse y reflexionar sobre muchos asuntos sociales de los que antes no se había percatado. Su mirada se transforma y se da cuenta de que a su alrededor transitan muchos tipos de seres humanos, y las relaciones entre ellos componen lo que conocemos como sociedad. al mismo tiempo deja de dar por sentado que todo el mundo a su alrededor vive del mismo modo en que lo hace él, de hecho se sorprende al descubrir que uno de sus compañeros de clase ha dejado de ir porque tiene que quedarse ayudando en el negocio familiar cuando un empleado enferma. al ir a su casa a llevarle los deberes ve que su hogar es mucho más humilde que el suyo y, al mismo tiempo, admira a su compañero por lo diestro que es preparando el tofu frito.

Otros temas sobre los que reflexiona, además de la diferencia de clases, son el bullying, la importancia de las promesas, el valor o la culpa. Su tío es quien comparte las vivencias de Koperu y le hace profundizar en ellas, resaltando los valores que está aprendiendo en el proceso y dando importancia a todo lo que sus experiencias pueden aportarle en su vida. de este modo, la estructura del libro nos sitúa primero en una experiencia concreta de Koperu y, al final de cada capítulo, nos encontramos con la reflexión escrita que hace su tío al respecto de lo que ha hablado con su sobrino, pudiendo entender más claramente cuál es la moraleja o conclusión que encierra cada nuevo aprendizaje del chico. En el transcurso del libro podemos ver cierta evolución en Koperu y admirar en qué tipo de hombre se está convirtiendo a través del cuestionamiento de lo que le rodea y la construcción de un pensamiento propio, siempre desde el análisis detallado y el respeto al otro.

Ahora tengo ganas de volver a ver la película y descubrir en qué modo se inspiró Miyazaki en ella, puesto que de entrada me cuesta ver las referencias, pero supongo que sí que utiliza alguna de las lecciones que aprende Koperu en el libro para conformar al protagonista de “El chico y la garza”.

Este libro estaba en mi estantería desde que se publicó. Lo compré porque estaba empezando a leer literatura asiática y me gustó la portada y la sinopsis, pero a la hora de sentarme a leer no me animaba nunca con él. Ahora me arrepiento de no haberlo leído antes, porque ¡me fascinó! No se trata de una historia de aventuras, ni grandes altibajos: es un libro totalmente reflexivo.

Koperu es un chico de 15 años que comienza a hacerse preguntas sobre el sentido de la vida, de la humanidad, el paso del tiempo, las injusticias, etc. Para ayudarle a comprender mejor esas nuevas curiosidades que le acechan, su tío irá escribiendo un diario, dando consejos al chico, con la sabiduría que otorga la experiencia.

Es un libro que disfruté mucho. Sin embargo, no es una historia para todo el mundo. Para leerlo, debe gustarte la novela reflexiva y costumbrista, de lo contrario, acabarás aburriéndote.

Excelente libro que invita a la reflexión. Sin duda, yo se lo recomendaría a alumnado de instituto, ya que quizás les ayude a reflexionar sobre algunas cuestiones importantes en esta sociedad tan sumamente individualista.

También destacar que si te gusta la cultura japonesa este libro ayuda a comprenderla un poco mejor.