Un libro ameno, interesante, de muy fácil lectura, apasionante, con una buena descripción histórica, buenos personajes y un gran sentido del humor. Musashi juega con la leyenda, la pasión, la historia y el mito, quizá por eso sea tan entretenido. Indispensable leer el segundo libro...y el tercero, seguramente, para ver como acaba un muchacho, victima de maltrato, convirtiéndose en el mejor espadachín de la historia de Japón.
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