Todo todo

Pensar que por mucho tiempo que eres de alguna manera distinta de las personas y no poder realizar las cosas que quieres es complicada y más conociendo a alguien que cambia toda la perspectiva de las cosas, tendrás que empezar algo con la distancia prudente.

Esta historia te hace sentir cosas.
Un primer amor, descubrimientos, una nueva realidad, mentiras, un pastel duro, un nuevo vecino y los sentimientos que puede traer el amor...
Madeline y Olly y el patio que los separa, la enfermedad que los separa y a la vez los une. Todo todo y a la vez nada.

Esta novela llevaba bastante en mi lista de pendientes y ni siquiera saber que iba a tener adaptación a película hizo que me organizara mejor para poder hacerle un hueco en condiciones. Sabía de qué iba y que podía ser una historia para disfrutar un par de tardes, suponía que se quedaría en una historia más que pronto olvidaría pero como la sorpresa ha sido enorme por lo mucho que me ha emocionado tanto al leer como al terminar la novela.

Esta historia me gustó mucho, se me hizo un libro tierno y bonito.

La historia gira en torno a Maddie, una chica enferma que no puede salir al exterior y de pronto se muda una familia a la casa de un lado y es así como conoce a su vecino Olly, un chico divertido e intrigante para ella, pronto empieza la curiosidad y los intercambios de miradas por la ventana que los lleva a comunicarse por letreros y posteriormente por correos y mensajes. Era bonito ver como se contaban anécdotas y bromeaban entre ellos hasta que forjan una amistad muy bonita y divertida.

Conforme avanza la historia es claro que Maddie desea más de lo que tiene o puede tener, anhela sentir el aire, ver otros lugares, y en esos deseos por ver más allá de las paredes de su casa es que decide salir de casa y pedirle a Olly que la ayude a vivir unos de sus sueños.

En el libro también conocemos a la familia de ambos, por el lado de Olly tenemos a una familia con problemas por un padre abusador que tiene a su mamá, hermana y él en una situación de infelicidad 😢 y por el lado de Maddie solo vive con su mamá porque su papá y hermano fallecieron, lo que la convierte a ella en su máxima preocupación y dedicación.

Me gustó como se aborda el tema de lo que el amor puede hacer a las personas y cómo influye en las decisiones que muchas veces tomamos.

La historia se trata de una chica llamada Madeline Withitter tiene 17 años, es alérgica al mundo exterior, lo cual no se le permite salir, su vida es tranquila y feliz, hasta que conoce a Olly, un chico de ojos azules como el Atlántico que ve un día al asomarse a la ventana. Empiezan a conocerse por medio de correos electrónicos instantáneos y surge una hermosa historia de amor y de aventuras.

Everything, Everything, es un buen libro, me gusto mucho, me hizo reír, llorar y sentir maripositas en mi estómago. Tiene giros en la trama que algunos son predecibles, pero otros me dejaron sorprendida. Lo recomiendo si quieres leer algo ligero que te haga sentir bonito después de terminarlo. La relación entre Olly y Madeline, es hermosa y la protagonista me simpatizo muy bien, los otros personajes están bien hechos y completos.
Las ilustraciones me encantaron.
Le doy tres estrellas porque, aunque me gustó mucho, no es mi libro y forma narrativa favorita, y también me hubiera gustado que fuera mas largo.

Este libro lo empecé a leer cuando recién había iniciado la escuela, como mi turno era el vespertino, recuerdo que cuando terminaba de desayunar me salía al jardín, me sentaba en el pasto y esperaba que llegara mi papá para llevarme a la escuela, pero mientras estaba leyendo este libro. Recuerdo las risas y las lágrimas que me sacó este libro, los enojos y vergüenzas que sentía por las escenas.
Yo no sabia que había una película del libro, hasta que lo terminé y la verdad (y creo que todos sabemos que siempre es así) la verdad la película no me gustó tanto, el libro tiene esos pequeñitos detalles que te hacen casi volar. Y por este libro, soy fan de los muñequitos de astronautas, me recuerdan los momentos en que empecé a leer, y la magia en que me metía.

Y le doy 4 estrellas porque…. JAJAAJ no se los diré, seria dar spoilers y eso es una increíble traición, pero aún así se los recomiendo enormemente

Esta novela llevaba bastante en mi lista de pendientes y ni siquiera saber que iba a tener adaptación a película hizo que me organizara mejor para poder hacerle un hueco en condiciones. Sabía de qué iba y que podía ser una historia para disfrutar un par de tardes, suponía que se quedaría en una historia más que pronto olvidaría pero como la sorpresa ha sido enorme por lo mucho que me ha emocionado tanto al leer como al terminar la novela. Teniendo en cuenta que la narración está en primera persona a través de los ojos de la protagonista, Maddie, lo justo es decir que lo que más me ha enamorado de este libro ha sido el estilo tan natural y espontáneo de Nicola Yoon, una autora en la que tenía muchas expectativas y que afortunadamente las ha cumplido y superado.
Maddie es una protagonista monísima, con una alegría y un humor contagiosos y unas ganas de vivir tremendas a pesar de su complicada existencia monótona. Desde que era un bebé ha sufrido el síndrome de inmunodeficiencia combinada, lo que se conoce como una “niña burbuja”, aislada de todo los demás sin poder salir de su casa y con todo contacto con el exterior restringido. Las únicas personas con las que trata directamente son su madre, que tras el accidente de tráfico en el que mueren su marido y el hermano mayor de Maddie, se ha volcado en el cuidado de su hija; y Carla, su enfermera que es como una segunda madre y a la vez su única amiga. Maddie lleva con una admirable filosofía optimista su particular modo de vida, sin ansiar nada más que terminar el instituto gracias a sus clases online y empezar a estudiar arquitectura. Sin embargo, eso cambia cuando a la casa de al lado se mudan los nuevos vecinos y Maddie observa a través de la ventana de su habitación esterilizada al chico nuevo, Ollie. Entonces su monótona vida ya no le parece suficiente y empieza a fantasear sobre cómo sería tener amigos de verdad, cómo sería poder ir a clase o cómo sería ver el mar.
Ha sido muy fácil conectar con un personaje como Maddie porque la autora la ha hecho real, una chica adolescente apartada del mundo que solo quiere ser normal pero que es muy consciente de que no lo es y no podrá serlo porque el síndrome que padece no tiene cura y consiste en ser alérgica, básicamente, al mundo entero. Es una situación angustiosa que trastoca la vida de quienes lo sufren y aún así, Nicola Yoon ha decidido mostrar el día a día de Maddie de una manera desenfada y restándole dramatismo a lo todo lo que conlleva, porque al fin y al cabo es lo que hay y Maddie vive con ello con naturalidad. Por eso creo que he disfrutado doblemente de este libro, porque no es el típico drama en el que se utiliza una enfermedad para hacernos llorar por llorar sino que se esfuerza más por hacernos ver que lo que importa es cómo vivimos y no cuánto. Por si os deja más tranquil@s y con más ganas de leerlo, os aclaro que no es un drama juvenil para necesitar pañuelos al lado pese a que trate sobre una enfermedad así, sino que es una novela divertida, amena y en la que a pesar de sufrir y emocionarnos con Maddie, esta chica es todo lo contrario al drama.
Por su parte, Ollie es un chico con una familia complicada pero con un carácter amable y aventurero. Nada más conocer a Maddie, Ollie se convierte en su ventana al exterior más allá del jardín. Es un chico divertido, con un sarcarmo muy ingenioso y juntos tienen conversaciones llenas de ironías y chistes. Me ha caído muy bien y no me extraña que Maddie se quede soñando despierta cuando lo conoce, y también es comprensible que sienta un flechazo tan grande porque realmente no conoce a nadie más, y menos de su edad. Como digo, Ollie también tiene sus propios secretos y una historia personal detrás que vamos descubriendo a medida que lo descubre Maddie y por eso también es un personaje del que es muy fácil encariñarse, aunque su forma de ser ya sería suficiente. El resto de personajes es más bien escaso, porque alrededor de Maddie sus relaciones también son escasitas y además de Ollie, solo aparecen su madre y su enfermera Carla con un papel relevante porque los demás solo tiene apariciones puntuales y nada relevantes.
En realidad esta falta de personajes no importa porque Maddie solita se basta para llevar todo el peso de la trama y porque solo se necesita un coprotagonista para desarrollar el romance, que por supuesto lo hay, como se encargan de dejarnos claro en el subtítulo de la edición en español. Es una historia de ¿amor? muy cuqui, con muchas primeras veces porque Maddie realmente está viviendo todo por primera vez y eso le da un matiz de intensidad con significado distinto. Quizás a much@s les haga poner los ojos en blanco ante el nivel de sentimientos que alcanzan los dos en tan poco tiempo, pero precisamente por la situación en la que se encuentra Maddie, yo le he dado ese significado que la autora ha querido transmitir y es que Maddie puede morir en cualquier instante, solo con respirar, y sabiendo que jamás ha tenido una vida normal ni una relación normal, ni siquiera de amistad, he comprendido perfectamente cómo se siente Maddie cuando de repente aparece una persona como Ollie que expande su mundo en todas direcciones, también hacia sus propios sentimientos.
Por otro lado, algo me iba escamando hacia el final y no ha sido tan impactante cuando el giro argumental se desvela porque hay pistas progresivas que pueden hacernos sospechar, pero aún así estoy segura de que sigue siendo sorpredente y que no resta para nada para que guste cómo acaba la historia de Maddie. Además, la edición llena de dibujitos y esquemas (que si no me equivoco, son obra del marido de la autora, que es ilustrador), dotan también de un atractivo al libro que lo hace muy ameno, con muchísimas hojas casi en blanco o con un único párrafo o ilustración o alguno de los detalles que Maddie necesita plasmar. Es decir, que se trata de una novela bonita tanto por dentro como fuera y ha sido maravilloso disfrutar de forma tan completa de esta historia.
Por si todo el fangirleo anterior no fuera suficiente, lo que me ha hecho disfrutar tantísimo de este libro son las ganas de vivir intensamente que transmite en cada página. Era algo que no me espera de un libro de estas características, porque esperaba una historia más tirando a drama para llorar que a tragicomedia para reír y la protagonista se ha ganado mi corazoncito con ese desparpajo que tiene para expresar todo lo que le ocurre, que por otro lado no tiene ninguna gracia y soy incapaz de ponerme en su lugar sin angustiarme. Y como esa sorpresa se ha mantenido hasta el mismo final, me dejo llevar por las emociones y esta historia se mete de pleno en mi top del año, además de ser una de mis recomendaciones a partir de ahora para quienes queráis salir de un libro con una enorme sonrisa.

Este es un libro que realmente no tenía planeado leer, vi la película, me interesó la historia y lo pedí prestado, sin embargo lo devoré.


 Cuanta la historia de Madeline Whitter quien padece una enfermedad que no le permite salir de su hogar ya que es alérgica a todo, cualquier cosa que toque o consuma podría provocarle la muerte, por lo tanto ha pasado toda su vida encerrada en su casa. Las únicas dos personas con las que mantiene contacto son su madre y la enfermera llamada Carla, nadie más está autorizado a visitarla sin antes consultar a un medico y desinfectarse.

Madeline decide aprovechar su tiempo leyendo, tomando clases de arquitectura y en compañía de su madre. Sin embargo, un día, al mirar por su ventana descubre que tiene vecinos nuevos, quienes esa noche se acercan a su casa para entregar un pastel, pero la madre de Madeline lo rechaza, ya que no pueden consumirlo.


 Con el tiempo, a través de la ventana, ella se comienza a comunicar con su vecino, llamado Olly. Luego empiezan a hablar por e-mail y ambos sienten ganas de conocerse. le da mucha curiosidad el por qué no se mantiene quieto y por qué viste de negro. Carla, la enfermera, accede a que se conozcan y a partir de allí nada será igual.


 Con respecto a los personajes, creo que se les falta profundidad, me gustaron, sí, pero no fueron los mejores, creo que uno no llega a enamorarse de ellos.


 Todo todo es una historia de amor que te mantiene enganchado desde el primer momento, el ritmo de lectura es super ágil por lo cual se hace fácil terminarlo en cuestión de horas. La edición que me prestaron no me gustó para nada, me parece totalmente innecesario que incluyan imágenes de la película dentro del libro.

Hace tiempo que leí este libro pero estaba esperando a que estrenaran en España la película, pero visto lo visto que no se sabe cuando lo van a hacer, mejor la hago ya.

La historia es parecida a la de Bajo la misma estrella: una chica tiene una enfermedad y conoce al chico perfecto y se enamoran perdidamente el uno del otro, diferencia: este no tiene nada triste, os lo prometo.

Tiene muy buen ritmo, y aunque tuve un breve bloqueo, en cuanto volví a cogerlo terminé enseguida ya que es muy ameno.

Los personajes están bien construidos. La trama se basa en conocer a estos dos protagonistas y la relación que tienen entre ellos.

Me gustó mucho la evolución que sufre Maddy desde que comienza la historia ya que lo único que conoce del mundo es su casa, pero Olly empieza a mostrarle el mundo y ella va creciendo personalmente.

Olly me cayó muy bien desde el principio. Parece que va del típico duro, pero cuando conoces su historia entiendes que es una coraza, es muy pero que muy bueno.

El desenlace me encantó. Realmente parece un libro muy predecible, pero después llegas al final y no te lo esperas en absoluto, porque en ningún momento da indicios de lo que puede pasar, ni siquiera se te pasa por la cabeza.

La relación entre Maddy y Olly es preciosa, no hay toxicidad de ningún tipo, no hay celos, no hay un "te necesito para vivir", y mucho menos violencia, creo que este tipo de relaciones son las que hay que plasmar más en los libros y no tanto el chico malo y la chica buena que se enamoran y él abusa de ella, pero ella aguanta porque eso es amor… estamos en el siglo XXI, creo que es hora de cambiar el chip y de no dejarnos influenciar por este tipo de relaciones que definitivamente no son sanas.

Enlace: http://suenodeseneca.blogspo..

Que puedo decir, las novelas juveniles tienen lo suyo, aunque a veces suelen ser muy clichés y llegas a saber que pasará al final. En esta no pasa eso, al inicio sientes empatía con la protagonista por su forma de vida gracias a su enfermedad y la fortaleza que tiene para sobrellevarlo. Lo bonito y cursi inicia cuando aparece el chico que le toca el corazón y la aventura que emprenden. Y como final de impacto te enteras de una gran sorpresa. Es que tiene todo y será una de mis favoritos.