La Épica Conquista de Genie Lo

A veces sólo tienes que aceptar que tal vez nunca cambiarás tanto como quisieras.

Lo que la gente nunca ha dicho es que un día en el Cielo vale más de cien años en la Tierra. La Tierra apesta.

Yo, como inmortal con infinitas eternidades para disfrutar, te aconsejo a ti, un lamentable insecto cuya expectativa de vida no es más que el parpadeo de una vela, que por lo menos pases un buen rato antes de morir.

Había una claridad en cada segundo que pasaba mientras protegía una vida que no era la mía. Me sentía pura. Inexpugnable.

Alrededor de sus hombros estaba el más leve palimpsesto recubierto de otra forma. Piel tan dura como diamante. Piel tan suave como el terciopelo. Un rostro de salvaje en calma. Él era magnífico. Divino. Un Buda victorioso en la batalla.

Tienes que elegir bien tus batallas. Lucha demasiado y terminarás agotada.

Tu futuro no se volverá inamovible debido a lo que suceda hoy.

El Camino está ahí para cualquiera que lo comprenda -aclaró Quentin-. Si una persona malvada entrena más duro que tú, será más fuerte que tú, y eso es todo. El poder espiritual no es justo ni misericordioso. Es imparcial. Eso es lo que lo hace tan peligroso.

-¿Eres china y no me conoces? -farfulló. ¡Eso es como si un niño estadunidense no conociera a Batman!