Las crisálidas

Dios no tiene la última palabra. Si la tuviera ya estaría muerto. Pero no está muerto: cambia y crece, como todo lo vivo.

Tenemos que creer que Dios está cuerdo, pequeño Davie. Estaríamos perdidos si no hiciéramos eso.

Según mi experiencia, si huyes de una cosa únicamente porque no te gusta, nada de lo que encuentres te gustará. Ahora bien, huir porque buscas algo, eso es diferente, ¿pero qué buscarías?

Este mundo no es amable para nadie, y menos aún para quienes son diferentes.

Si huyes de una cosa solo porque no te gusta, tampoco te gustará lo que encuentres.

Pero tienen miedo. Es un sentimiento, no un pensamiento. Y cuanto más ignorantes son más piensan que todo el mundo tiene que ser como ellos. Y cuando se asustan se vuelven crueles y quieren hacer daño a la gente que es diferente.

No lloraba por mis heridas físicas: lloraba de amargura, de humillación y de desprecio a sí mismo.

Lo más parecido a la decoración eran unos paneles de madera en los que habían grabado a fuego, con vocación artística, algunas citas… BENDITA SEA LA NORMA y EN LA PUREZA ESTÁ NUESTRA SALVACIÓN.

El deber y propósito de un hombre en este mundo es combatir sin tregua los males creados por la Tribulación. Por encima de todo tiene que velar por que la forma humana siga siendo fiel al patrón divino, hasta que un día se le permita reconquistar la cumbre que, como imagen de Dios, se le concedió.

Teníamos un don, un sentido que, como se quejaba amargamente Michael, debería ser una bendición y sin embargo era casi tan malo como una maldición.