El día de los trífidos

Distopia entre las invasiones alienígenas macro y microscópicas. La manipulación genética la inefabilidad del comportamiento humano ante las desgracias evidentes, que son terribles y llevaderas siempre que no afecten personalmente.

Una planta mutante capaz de resolver el problema de la alimentación opta por lo más seguro, el resolver su propia carroñera supervivencia. Aprende , se desplaza , se comunica y se ensaña con la población humana, que ara colmo de males sufre otras calamidades, una ceguera cósmica y una virulenta infección que diezman aún más la población, mermando su capacidad de empatía,

Y vuelta a empezar, los pocos supervivientes se vuelven tanto o más carroñeros que los trifidos esas plantas que agreden a los humanos. Un solo hombre cree que se salva para salvar el derrotero de la humanidad, o al menos el suyo.

Mucha ficción, poca ciencia , eso si, entretenido, interesante, con muchas disquisiciones morales más que filosóficas. Con mucha acción en una Inglaterra devastada que sigue esperando ser salvada.

Nietzsche diría” La esperanza es el peor de los males porque prolonga el tormento de los hombres”

Con muchas similitudes entre los relatos apocalípticos de su época, interpretación de la descomposición social que privaba en la época de post guerras y la imposibilidad de encontrar un punto dé inflexión social para revertir los males mayores, el egoísmo, la avaricia y la carencia de solidaridad.

¿ Será que ha llegado el día de los trífidos con apariencia tecnológica?

Tenía muchas ganas de volver a leer algo de Wyndham, así que qué mejor obra que este clasicazo de la ciencia-ficción.

Entramos directamente a un Londres post-apocalíptico, donde empezamos con nuestro protagonista en el hospital. Se encuentra con los ojos vendados debido a una operación… y también se siente abandonado por los médicos, que ese día no aparecen. Cansado y hambriento, se quita las vendas él mismo y se encamina por el edificio para ir descubriendo que todo el mundo está repentinamente ciego. E histérico.

Sin embargo, la sensación es aún peor al salir y ver que sucede lo mismo en el resto de la ciudad.

¿Y qué pintan los trífidos aquí? ¿Y qué es un trífido?

Bueno, es una especie de híbrido vegetal que de repente un día empieza a andar y cargarse gente. Algo así como si el potho que tienes en el rincón luminoso de tu salón, un día creciera de más y decidiera salir del tiesto y atacarte con una ramita. Con veneno. No es coña.

Wyndham nos mete de lleno en una historia de ciencia-ficción con tintes de terror muy bien llevados y muy típicos de su obra, que particularmente me encanta.

Esta novela publicada a principios de los 50 pasó a ser un exitazo que se llevó en varias ocasiones a la pantalla grande, dejando también joyitas del género que, si os gusta este tipo de cifi, no podéis dejar pasar.

Según avanza la historia, el protagonista, biólogo de profesión, nos va contando mediante flashbacks cómo ha ido estudiando los trífidos a lo largo de su vida y lo que ha ido pasando con ellos, no sólo en Londres, sino en todo el mundo.

Así, los supervivientes hacen honor a su nombre y vemos cómo luchan –o no- para hacer esto mismo: sobrevivir de la mejor –y peor- manera posible. Entretanto el lector acaba reflexionando sobre la condición humana, cómo nos comportamos ante las adversidades, cómo funcionamos, cómo la cagamos, cómo de manera irremediable se aplica esa ley del más fuerte que, aún en este tipo de géneros, dota a la historia de agridulce verosimilitud e invita a pensar durante y tras la lectura.

Un libro muy de la época, no por ello denso ni mal envejecido, que, si bien se me ha hecho un poco cuesta arriba en cierta parte de la trama, no puedo dejar de recomendar.
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Me gusta leer este tipo de ciencia ficción. Historias distintas que entregan algo más. Un mensaje, una reflexión.

En “El día de los trífidos” la humanidad queda ciega de un día para otro. Los afortunados que aún pueden ver serán los encargados de iniciar una nueva sociedad. Pero primero hay que escapar de los trífidos. 🏃‍♂️ Plantas mutantes que caminan y atacan sin piedad a todo humano que se les acerque. 🌾💀

Reconozco que al leer la sinopsis esperaba encontrar una novela apocalíptica donde todos huyen de las plantas como si fueran zombies y los protagonistas se salvan por los pelos de cada ataque. Pero no. Este libro fue distinto. Si bien hay momentos de acción y de alta tensión, hay un análisis sobre la raza humana muy interesante. Wyndham nos habla de temas que van desde los peligros de la investigación genética, la carrera armamentista, hasta otros temas ideológicos, morales y religiosos. Nos plantea como la sociedad en que vivimos enfrentaría un evento de extinción masiva y ante ese escenario ¿cómo reaccionaríamos? ¿Qué salvamos y a quién salvamos? ¿Reconstruimos lo perdido tal como era (con el riesgo de cometer los mismos errores) o intentamos hacer algo distinto? Temas complejos que si bien algunos surgen del delirio de los personajes no pasan desapercibidos.

Pienso que para ser un libro publicado hace más de 70 años tiene un mensaje que aún se mantiene vigente. Por eso revise cada planta de la casa con sumo cuidado. 😅 No me gustaría ser el primero en enfrentarme a un trífido. Y en los tiempos que corren… nunca se sabe.

John Wyndham nos presenta una historia de supervivencia tras dos hechos que cambian el mundo que conocemos. Por un lado, esas plantas extrañas que aniquilan, y por el otro, la caída de un meteorito que deja ciegos a la mayor parte de la población inglesa (y de la humanidad, podemos intuir). Pero aquí no se trata de descifrar los misterios de ambos asuntos, aunque se teoriza; lo más importante es cómo nuestro protagonista hará frente a todos aquellos problemas cotidianos que se le presentarán a montones. La lucha por la supervivencia en medio de un caos de grandes proporciones.

Una novela que arranca, si no lenta, sí un poco a trompicones, pero que va agarrando ritmo y se pone mejor con el paso de los capítulos. Los 'trífidos' esas plantas que evolucionan hasta lo impensable, son de lo más emocionante. Eché en falta más sobre ellos, escenas donde nos llevaran a mayor tensión. Creo que El día de los trífidos posee ideas excelentes y que se asienta bien en ellas, pero algo faltó. ¿Mayor tensión? Tal vez.

Los personajes caen bien, es fácil identificarse con el protagonista y su búsqueda de la esperanza. Hay momentos muy buenos que con un poco más de páginas nos pudieron hacer explorar la cabeza, pero, repito, a pesar de esa necesidad personal de más 'punch', la historia no defrauda y la premisa es original y es fácil entender por qué tuvo tanto éxito cuando se publicó y por qué es un referente para obras posteriores.

Pequeña sorpresa con esta novela de culto de la ciencia ficción clásica de cuya existencia no tenía conocimiento hasta hace poco.

La novela arranca con fuerza, nos muestra un mundo apocalíptico y devastado donde una importante mayoría de la humanidad se ha quedado ciega (¿le suena señor Saramago?) y dónde unos seres vegetales, llamados trífidos, que tienen la capacidad de usar y comunicarse, campean a sus anchas atacando a cualquier ser humano con el que se cruzan en su camino. La humanidad, se congrega en grupos o pequeñas sociedades que harán florecer lo mejor y lo peor de la raza humana, unos entes sociales políticos y jerárquicamente estructurados, fiel reflejo de cualquier sistema político actual, con todos los problemas que conllevan las estructuras de este tipo , la lucha por el poder, las castas, la rebelión, y todo aderezado con una aterradora lucha por la supervivencia.

La trama entremezclada, una acérrima crítica al estado soviético, acorde con el aire de anticomunismo que se respiraba en la América del momento, en pleno germen de la Guerra Fría, esta novela de 1951 sienta las bases del sentir social existente. El autor, que participó activamente en la II Guerra Mundial, quiso, refleja los horrores de la guerra en sus obras, como crítica y concienciación de lo que estas conllevaban.

Una novela cargada de acción y muy entretenida, que sin embargo, me ha dejado un sabor agridulce en su final y en ciertos hechos de la trama que he encontrado forzados o incluso fantasiosos, un claro ejemplo es la más que chirriante relación amorosa metida con calzador . No por ello esta obra deja de ser recomendable por su importancia como una de las bases de la ciencia ficción clásica. Una novela que da de mamar a gran número de obras impresas y audiovisuales posteriores y cuya influencia alcanza nuestra actualidad más reciente.

Creo que ya lo he comentado alguna vez, pero por si acaso lo repito: me encantan las distopías, y si son postapocalipticas mejor. Disfruto de esas historias donde la humanidad está al borde de la extinción y donde se muestra lo mejor y lo peor del ser humano. En muchas de ellas se deja entrever un asomo de esperanza entre tanto caos, pero últimamente el hecho de estar viviendo un apocalipsis pandémico real ha dado lugar a historias más oscuras y menos esperanzadoras. Es lo que tiene que la realidad supere a la ficción.
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La novela que tenemos hoy entre manos se publicó en 1951 y en su época fue todo un éxito. El panorama que nos presenta es el siguiente: el mundo asiste atónito y expectante al paso de un supuesto cometa que deja estelas de luces brillantes en el cielo. al día siguiente todos los habitantes del planeta, excepto algunos que por diversas circunstancias no vieron la lluvia de estrellas, se han quedado ciegos. Como lo estáis leyendo, completamente ciegos. El narrador de la historia es un biólogo que ha pasado la noche en un hospital y se despierta en un mundo completamente distinto ( esto me suena, ¿no Rick?) . Imaginaos el caos que puede dar lugar este hecho, la gente ni siquiera sabe buscar comida. Y para colmo de males también están los trífidos, una especie de plantas que van ganando cada vez más terreno y que suponen otra amenaza para la especie humana. Con todo esto sucediendo a ritmo vertiginoso ya podéis suponer que el termino " apocaliptico " aquí casi se queda corto, la supervivencia es casi una utopía.
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La novela es amena y fácil de leer. Sorprende a veces con pasajes muy actuales a pesar de estar escrita hace setenta años. También nos encontraremos intensas reflexiones que el autor pone en boca del protagonista, de esas que siempre van a estar pululando alrededor del ser humano. ¿ Somos capaces de sobreponernos a la catástrofe y sacar algo bueno del desastre o nos dejamos llevar por nuestra vena malvada y codiciosa? Lo mejor es reflexionar sobre ello leyendo y disfrutando de obras como esta.

Hoy os vengo a hablar de unos de esos clásicos de la ciencia ficción de los que han bebido muchas otras obras, y no solo literarias sino también cinematográficas. 

Ya con las primeras páginas el autor nos mete de lleno en todo el problema. Nos presenta al protagonista Bill Masen, un científico que trabaja en una granja de trífidos, que tras sufrir un accidente con una de estas plantas tiene que ser operado de sus ojos. Pero lo importante ocurre unos días después, cuando el resto de la humanidad se queda ciega y él es de los pocos humanos que pueden ver. Este primer capítulo es muy angustioso por esa ambientación de no saber que ocurre porque está narrado en primera persona y Bill va con los ojos tapados todavía tras la operación. Me recordó mucho al libro de "A ciegas" de Malerman. 

Luego nos encontramos con un mundo post- apocaliptico donde no saben quien es el enemigo ni por qué les ha pasado lo que les ha pasado, o por qué a unos sí y a otros no. Ahora lo que se muestra en las primeras horas es la ley del más fuerte, los asaltos por suministros y la desesperación de las personas que han perdido la visto y comprender el futuro que tienen a partir de ese día. Las soluciones de muchos son realmente muy crudas, y leerlas me pusieron los pelos de punta y pensar en lo que haría yo en esa situación.

Más tarde, Bill va encontrando a otras personas que pueden ver y tiene que tomar decisiones tanto para su propia vida como por la vida de las personas que se han quedado ciegas. Y es que ahora el enemigo más cercano son los trífidos. Bill ha observado como estos han aprovechado la debilidad de los humanos y su ceguera para atacarlos y matarlos. En ningún momento se explica el por qué de estos ataques. Pero según va avanzando la obra y vemos la visión del mundo a través de los ojos de Bill, comprendemos que los trífidos son una especie de planta que ha evolucionado y que quiere el planeta como antes. Y es que el hombre ha hecho mucho daño a la naturaleza. En varias ocasiones se explica como la naturaleza va abriéndose otra vez camino por donde ya no esta el hombre, incluso en las grandes ciudades, a través del asfalto. Y creo que este último año lo hemos podido observar con nuestros ojos durante la cuarentena. 

Esta historia me ha gustado mucho por todo lo innovador y todo lo adelantado que fue para el género. Lo que ha inspirado a muchas otras obras de tema apocaliptico tipo zombies. Y es que estaba leyendo la historia y no podía parar de compararla con "The walking dead". Porque Bill es el Rick de esta historia. Él también se las tiene que ver con varios grupos de personas que quieren tomar el poder a la fuerza, pierda a un buen grupo, hay epidemias que no saben curar o defiende a su familia con uñas y dientes ante cualquier amenaza. Y todo esto lo escribió Wyndham en 1951 

En conclusión, me ha sorprendido mucho esta obra clásica de la ciencia ficción. No pensaba que en una sola obra pudiera encontrar tantas referencias de obras actuales de post-apocalipsis. Una obra escrita en 1951... Tiene momento de angustia, reflexiones éticas y morales, y muy sutilmente de ecología con esa amenaza que son los trífidos.
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Imaginen levantarse en un hospital y descubrir que algo extraño ocurrió en el mundo mientras dormías. ¿Cómo sería despertar y ser una de las pocas personas que aún pueden ver en un mundo donde casi el cien por cien de la población actualmente es ciega? ¿Y si la ceguera no fuese la mayor amenaza que ahora los supervivientes deben enfrentar? Hoy quiero hablarles de El día de los trífidos, de John Wyndham, una fascinante novela apocalíptica escrita originalmente en 1951 y que el sello Runas de Alianza Editorial acaba de recuperar con la traducción de Catalina Martínez Muñoz.

"Si sabes que es miércoles y la mañana empieza como si fuera un domingo, algo muy grave está pasando en alguna parte".

La novela nos cuenta la historia de Bill Masen, un biólogo que por puro accidente o buena fortuna se pierde el fin del mundo. O al menos del mundo tal y como todos lo conocían. Bill se encontraba ingresado en un hospital con los ojos vendados y por ello no observó la lluvia de meteoritos verdes que el día anterior había cubierto el cielo. Un fenómeno tan inusual que captó la atención de todos y que provocó que durante la noche casi la totalidad de la población mundial perdiese la vista. Despertar en un hospital sin escuchar ningún ruido es el primer indicio que tiene nuestro protagonista de que algo extraño está ocurriendo. Para cuando reúne el valor de quitarse las vendas que por casualidad lo salvaron de la ceguera, descubrirá que ya nada volverá a ser igual.

Explorar un Londres casi desierto en el que los únicos habitantes con los que se encuentra nuestro protagonista son personas ciegas y desesperadas por encontrar alimentos es descorazonador y también peligroso. Bill pronto experimentará de primera mano que ver supone un riesgo, porque no serán pocos los que en medio del caos quieran apresar a los que aún ven para que sean sus guías. Qué es más sensato: ¿ayudar a los que no pueden ver con los riesgos y responsabilidades que ello supone o alejarse y dejarlos a su suerte para no alargar un final que parece inevitable? A esta y a otras muchas preguntas más se debe enfrentar Bill en esa nueva normalidad.

“Nosotros vemos y ellos no. Sin visión, nuestra superioridad desaparece. Peor todavía: nuestra posición se vuelve inferior, porque ellos se han adaptado a una existencia sin visión y nosotros no”.

Por si el mundo repleto de personas ciegas fuese poco, esa nueva condición de la humanidad los vuelve vulnerables a una amenaza que no habían supuesto: los trífidos. Plantas carnívoras de más de dos metros de alto que pueden moverse y atacar con su letal aguijón a los humanos que cuando tenían vista eran casi invulnerables, pero que ahora son una presa fácil para unos seres que pronto reclamarán su dominio sobre todo y todos.

Una de las partes más fascinantes del libro es descubrir el origen de los trífidos y como llegaron a expandirse por el mundo con tanta facilidad. El uso que se les daba y cómo eran aprovechados mientras la población podía ver y cómo luego todo cambia cuando la ceguera los deja vulnerables ante esas terribles plantas a los que todos se habían acostumbrado. Una sociedad en decadencia con un enemigo mortal al acecho, las dificultades planteadas no pueden ser más intrigantes.

“Para que la vida resulte soportable, lo insólito tiene que volverse enseguida corriente”.

Pero Bill no será el único que conserve la vista, así que encontrar a otro grupo de personas videntes presenta nuevas oportunidades, pero también muchos retos. ¿Qué deberían hacer? ¿Ayudar a las personas ciegas hasta que lleguen refuerzos de algún tipo o huir lo más lejos posible de las ciudades antes de que las enfermedades acaben con todos? ¿Qué tipo de sociedad se puede fundar desde los cimientos de una que está rota? ¿Deben olvidarse en el camino de los conceptos de correcto o incorrecto? ¿Dejar atrás la moral para adaptarla al ahora? Los dilemas que se plantean no serán pocos o sencillos.

El apocalipsis, ceguera, soledad, plantas carnívoras, decadencia y destrucción en cámara lenta… El día de los trífidos, de John Wyndham, es una novela increíble. Los escenarios que plantea Wyndham son tan reales como aterradores. Y no, las plantas asesinas (aunque perturbadoras) no son lo más preocupante del libro, de nuevo son los humanos y sus acciones los que nos harán estremecer. Si con Las crisálidas el escritor me sorprendió, aquí lo logra igualmente con éxito. Es una suerte que se recuperen estos libros que han inspirado a tantos otros creadores. ¡Dadle una oportunidad!

¿Han leído El día de los trífidos? ¿Les llama la atención?
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Cuando vi este libro no dude en hacerme con el. Una historia que trata sobre el fin del mundo , plantas que andan y atacan a los humanos , Apocalipsis .. lo tiene todo ! Y es que estamos ante un clásico de ciencia ficción que fue escrito en el año 1951. La historia trata sobre una lluvia de meteoritos que dejan ciegos a la gran parte de la humanidad (a aquellos que presenciaron dicha lluvia y los destellos) pero nuestro protagonista no la pudo ver. Y por eso mientras la mayoría están ciegos y reina el caos , el puede ver. Además de eso los trifidos se han vuelto más agresivos que antes. Atacan sin piedad a todo el mundo e incluso pueden llegar a matar con su veneno.
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A pesar de haber sido escrito en el año 1951 es un libro que se lee súper fácil. No se hace para nada denso y la historia en todo momento me ha resultado interesante. Siempre esta contada desde el punto de vista de Bill, el protagonista , que nos va narrando los hechos. Lo que más me gustaría destacar de este libro es el trasfondo de la historia. Como los humanos han sido capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias y al nuevo mundo que los rodea. Como en ese ambiente cada uno decide que camino tomar (see bueno o malo ). Lo recomendaría sin duda a cualquiera que le guste la ciencia ficción con una pizca de terror :)

Antes de conocer la existencia de este libro yo ya había visto de niño en televisión la inquietante película (la antigua) en la que el fin del mundo se presentaba en forma de invasión vegetal.

Ya algo más mayor cayó en mis manos la novela en la que se basaba el film, El día de los trífidos (1951), de John Wyndham. Entonces descubrí que la historia era mucho más original y compleja que la que yo había visto en la tele.

El inicio es así: el protagonista, Bill Massen, se encuentra en el hospital con los ojos vendados, convaleciente de una operación para salvarle la vista. Se va a perder el espectáculo de los cielos, las luces verdes del cometa de las que todos están hablando… Y que dejarán a todo el mundo ciego e indefenso.

Una humanidad de seres invidentes, asustados, vencidos. Todos a excepción de él y de unos pocos afortunados que irá encontrando en su camino. Los primeros compases de la novela revelan que los guionistas de la serie de TV The Walking Dead no son tan originales como cabe pensar.

(Sigue leyendo la reseña en el enlace)
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