Una habitación propia

92 años han pasado desde que se publicó “Una habitación (cuarto) propia” y sigue retumbando en el interior de cada persona que lo lee.

Con ensayo ficticio, Woolf ha podido explicar y llenar vacíos históricos, al mismo tiempo ha logrado transportarnos a otras épocas, otras leyes, otros pensamientos, otras mujeres. Y de esta manera entenderemos el pasado, la lucha, las victorias, los obstáculos.

Cuando Virginia empezó a publicar ficción, ella tuvo claro algo: “quiero encontrar mi propia voz” y lo logró, lo vemos en sus cuentos, novelas, ensayos, biografías, críticas…

Cuando Virginia da las conferencias en las que se basa este libro, un año antes, las mujeres luchaban por su lugar en la sociedad y no en la cocina, ese lugar que probaron en la recién acabada Primer Guerra Mundial, las mujeres a las que se dirigía era mujeres universitarias, mujeres que recién tenían derecho a votar, mujeres que quieren escribir… a esas mujeres Virginia les hace un recordatorio de ese camino espinoso que se ha caminado, las mujeres que han derribado muros, y que aun con tantos muros derribados se debe seguir buscando ese cuarto propio, la independencia mental, emocional y financiera.

Leer este ensayo es lo más cercano a escuchar a Virginia Woolf, menciona su sobrino y biógrafo Quentin Bell.

Los caracteres no me alcanzarán para escribir más sobre este libro. (Se hubieran unido a la lectura conjunta jajaja)

Me gusta ver el cuarto propio también como nuestro propio cuerpo, nuestro cerebro.

Tenía ganas de leer a doña Virginia desde hace años y por fin le di una oportunidad gracias a una lectura conjunta. Un cuarto propio era una de las obras que más me llamaban de la autora y me apena que no me copara tanto como esperaba. O capaz no estaba muy en el mood para leer este ensayo.
Se me hizo más largo de lo que es y por momentos perdía mi interés. Por otra parte, me gustaron los temas que aborda a lo largo de esta obra y cómo se dispara todo desde el tema de las mujeres y la novela. A raíz de ese tópico la autora se permite hacer un análisis histórico sobre la literatura, el rol de la mujer en ella y cómo la historia y la sociedad patriarcal han designado a la mujer a un lugar inferior en todos los aspectos de la vida. Así se permite hablar no solo del rol social de la mujer y su intervención en la literatura sino que propone como tópico central cómo la falta de recursos e independencia económica ha alejado a las mujeres de la idea de escribir. Aún así pone como ejemplos a varias autoras significativas y otras más contemporáneas a su época. Analiza poesías de autoras, compara el trabajo de los escritores y hace ciertas afirmaciones al respecto de todo esto.
Su tesis central, y la que le da título a este ensayo, no solo pondera el hecho de que las mujeres para poder dedicarse a la escritura necesitan independencia económica sino que también necesitan un lugar propio y privado para poder escribir con tranquilidad.
Es notable la diferencia tan marcada entre ambos sexos a lo largo del recorrido que nos presenta Woolf, cómo sigue ocurriendo en su época a pesar de los avances en materia de igualdad de género. Pero también es notable cómo muchas de estas cuestiones siguen siendo vigentes aún hoy, casi 100 años después de este ensayo.

Así que es interesante los temas que toca Virginia y la forma en que los va hilando a lo largo de esta obra. Pero quizás me esperaba algo más y me dejó con ganas de que profundizara o fundamentara un poco más la tesis que propone con respecto al tema que le habían asignado y fue el origen de este ensayo. Definitivamente quiero seguir leyendo sus obras a ver cómo me va la próxima con alguna de sus novelas.

«Cierren sus bibliotecas si quieren; pero no hay puertas, ni cerraduras, ni cerrojo que cierre la libertad de mi espíritu.»
¡Hola y feliz sábado!
Quería contarles un poco de esta lectura.
Hace un par de meses, quizá un año ya que me entró la curiosidad y necesidad de leer a Virginia pero siempre le daba espera, hasta que a finales del año pasado vi esta edición que sacó Lumen y me dije que este era el momento para hacerlo y qué mejor que conocer a la autora que con su obra más famosa.
Este no es una novela, es un ensayo o más bien un discurso transcrito que hizo la autora, en él se habla de el papel que ha tenido la mujer en la historia de la literatura, un papel que ha sigo relegado y olvidado, pues aunque nos quieran hacer creer que el ser escritor fue por mucho tiempo algo exclusivo de los hombres la realidad es que sí existieron muchas mujeres escritoras solo que cayeron en el olvido y casi nunca eran tomadas en serio y como poco a poco eso ha ido cambiando.
Al inicio es difícil conectar con sus palabras, pues 0arecen ideas inconexas sin sentido ni contexto y se hace difícil captar hacia dónde quiere llegar, pero a medida que uno va avanzando la lectura se torna más amena e interesante.
Después de leerlo tuve la certeza de porqué es un libro importante y porqué aún hoy en día sus palabras suenan tan cercanas a la realidad del siglo XXI, a pesar de haber sido publicado hace poco más de 90 años.
Debo admitir que al terminarlo quedé con una sensación de extrañeza, como si hubiese pasado demasiado rápido por él y no hubiera podido captar todo lo que tiene para decir y después de leer «las mujeres que luchan se encuentran» esa sensación se hizo aún más intensa porque creo que así fue, quizá es un libro que se deba leer más de una vez, unas palabras que con sólo verlas de manera un poco distinta cambian por completo su sentido porque se prestan para muchas interpretaciones.
Es una lectura de esas a las que hay que volver, y yo sin duda lo haré.

Una habitación propia, de Virginia Woolf se publicó por primera vez en 1929 y se basa en una serie de conferencias que la autora impartió en diferentes universidades femeninas a lo largo del año anterior. .
Su título proviene de la cita: "una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas". La pobreza relativa, la carencia de espacios propios, la dedicación a otras actividades que se consideraban socialmente más apropiadas a su sexo y la dependencia, en todos los sentidos, de un varón, complicaba hasta el extremo la creación literaria. No obstante, se sorprende con la audacia de mujeres como Jane Austen que escribieron joyas como Orgullo y Prejuicio, en el salón familiar, escondiendo los manuscritos en papel secante cada vez que alguien entraba, que sería con mucha frecuencia. .
Además, se inventa a Judith Shakespeare, la hermana que William nunca tuvo, y la sitúa víctima de las convenciones sociales de su época. Dotada de la misma imaginación y creatividad que su hermano, nunca la enviaron a la escuela, por lo que jamás pudo desarrollar su latente talento literario mientras que su hermano, solo por ser varón, sí que pudo hacerlo. Las teorías sobre la extrañeza de que Shakespeare pudiera componer semejantes obras habiendo acudido únicamente a la escuela gramatical abundan entre la crítica actual, así como su relación con Marlowe y los interrogantes sobre quién se escondía tras su firma. Pero ese es otro tema. Judith termina con su vida y cae en el olvido, mientras que su hermano pasa a la posteridad. .
Además, Woolf va trazando una historia de la literatura escrita por mujeres y tocando otros temas como el lesbianismo, mostrando cómo era posible abordarlo sin obscenidad y evitando cualquier tipo de juicio, como cuando llegaba a las universidades en las que era invitada para impartir una charla, acompañada de Vita Sackwille-West, y hablaba de lesbianismo entre su auditorio femenino con total complicidad y confianza. .
Se trata de un ensayo que es necesario leer para tomar conciencia, si no se ha hecho ya, del milagro que supone que determinadas obras escritas por mujeres, no solo se publicar, sino que llegaran hasta nosotros...
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¡Feliz 8 de Marzo! Hemos retrasado la reseña para poder subirla en esta fecha y poder celebrar con todas el Día de la Mujer. Con motivo de este día, traemos un clásico del feminismo Una habitación propia, un libro que reivindica el papel de la mujer en la sociedad de la excelente pluma de Virginia Woolf.

En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar unas charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, una habitación propia. Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer. Partiendo de un tratamiento directo y empleando un lenguaje afilado, irónico e incisivo, Virginia Woolf narra una parábola cautivadora para ilustrar sus opiniones.

El libro de Woolf es una reivindicación clara de la necesidad de la mujer de tener sus propias posesiones, poder económico e independencia para alcanzar una plenitud que le ha sido negada durante tantos años. A través de sus textos, la autora te invita a reflexionar sobre la situación de mujeres como Emily Brontë o Jane Austen, las visicitudes que tuvieron que pasar hasta completar las increíbles novelas ahora conocidos por todos. En situaciones que nunca tuvieron que vivir los hombres, las autoras lucharon contra la adversidad para hacer florecer su genio en un mundo que constantemente les daba la espalda.

Si bien mucho ha cambiado desde los tiempos de Woolf, aún queda camino por recorrer, y encontramos en lo que nos dice verdades actuales. Desde tiempos antiguos, la mujer ha estado apartada, dedicada únicamente a tareas menores y a cuidar del hogar. Hoy, mujeres poderosas se abren camino en un mundo de hombres, empoderándose y haciéndose ver por encima del poderío masculino. Pero las mujeres seguimos siendo menospreciadas, seguimos teniendo menos oportunidades y salarios menores. Seguimos siendo maltratadas o asesinadas por el hecho de ser mujer, y todavía muchos hacen oídos sordos a nuestros gritos de "BASTA".

Hoy más que nunca, el movimiento feminista debe seguir. Todas juntas debemos gritar, por las que ya no están y lucharon antes que nosotras, por nosotras mismas y por las que vienen, por el futuro de todas las mujeres que nos seguirán en esta batalla. No es una lucha contra los hombres, como Woolf manifiesta, ambos debemos unirnos y encontrar una igualdad real en la que todas tengamos los mismos derechos y seamos valorados por igual. Nuestra batalla es contra el patriarcado que sigue dominando la sociedad, contra quién piensa en nosotras como objetos de deseo, contra quién nos juzga por como nos vistamos y contra quién nos menosprecie por nuestras decisiones. Un año más, es el momento de gritar por las que ya no tienen voz.

Irbis.

Ensayo reconocido como feminista, centrado en las mujeres y la novela, especialmente desde el punto de vista de las escritoras.

Contiene ideas sobre género muy ciertas, reflexivas y revolucionarias para su época, pero, en mi caso, se me ha quedado bastante corto. Me da la sensación de que la autora divaga mucho, se va un poco por las ramas y eso se me hacía aburrido. Pensaba que al ser un discurso sería algo más ameno y directo, lo cierto es que esperaba más de este famoso libro.

Por encima de todo, muy valiente y sincera la escritora al poner estos temas sobre la mesa, y elucubrar con cómo hubiesen sido las mujeres de haber tenido siempre los mismos privilegios que los hombres.

Embarcarse en "Una habitación propia" no es una tarea fácil, se trata de una lectura densa que requiere tiempo y el momento adecuado. Hay que saber lo que vamos a encontrarnos cuando nos acercamos a este título. Woolf además no ayuda con sus cambios temáticos, sus idas y venidas que a veces nos hacen volver hacia atrás y releer lo leído. Pero creo que es una lectura que merece mucho la pena, pues todo lo cuenta desprende feminismo y evidencia el grave problema durante la historia que ha tenido la mujer para ser escritora.

La propia Woolf se indigna y nos expone cómo sufrió el rechazo en la entrada de una biblioteca por el hecho de ser mujer, y a colación de esto habla de que si las mujeres hubieran tenido una independencia desde hace siglos, si ellas mismas hubieran amasado fortuna, ese mismo dinero lo habrían podido invertir en su propia cultura y libertad. En definitiva, si las bibliotecas estuvieran pagadas por mujeres, estas permitirían su entrada y no exclusivamente el de las personas que costean esa cultura, o sea los hombres. Sin embargo esto nunca fue posible porque no se les permitió ni tener independencia, ni tampoco trabajar o explorar para amasar fortuna. Vamos...la pescadilla que se muerde la cola.

"Si la señorita Seton, y su madre, y su abuela hubiesen aprendido el gran arte de hacer dinero y hubiesen legado su fortuna como hicieron sus padres y sus abuelos para crear cátedras premios y becas femeninas, podríamos haber cenado a solas, [...]. En ese momento podríamos haber estado explorando o escribiendo; descubriendo los lugares venerables de la tierra; [...]"

Woolf no deja títere con cabeza y no duda en criticar duramente a los hombres que han atacado constantemente la figura de la mujer, tanto en la literatura como en relación con los acontecimientos históricos (descubrimientos históricos, viajes de exploración, etc.). Pero contraataca con el hecho de que algunos hombres no quieren que se tenga en cuenta a las mujeres, ni tampoco conocer sus opiniones, porque eso normalizaría la figura del hombre, no lo engrandecería. Los iguala. Y muchos no están dispuestos a ello. de ahí el hecho de Woolf apueste por la independencia económica de la mujer, eso nos permite ser libres. Incluyendo ser independientes de cualquier hombre.

"Las mujeres han servido durante siglos como espejos dorados del mágico y delicioso poder de reflejar la figura del hombre duplicando su tamaño natural"

Al tratarse de un ensayo sobre la mujer en la literatura es evidente que este tema será parte central del discurso de Woolf. de hecho hará un pequeño repaso de alguna de las escritoras famosas más influyentes (Brontë, Jane Austen...), pero no un análisis exhaustivo. Solo las toma como ejemplos, igual que a algunos hombres, para exponer sus ideas. Y llega a una conclusión que entristece, pues hace evidente que probablemente muchas mujeres del S.XVIII, que poseían el don de las letras, estarían relegadas a no poder expresarlo por el simple hecho de que no se las tomaba en cuenta por ser mujeres. Y eso implica que muchos de sus dones no pudieran expresarse y por lo tanto no podamos disfrutar actualmente de ellos.

"Esa mujer, nacida con un don especial para la poesía en el XVI, era una mujer infeliz, una mujer en pugna consigo misma."

No quiero adelantar mucho más de lo que narra Woolf porque se trata de una lectura corta, solo puedo decir que desprende muchísima fuerza y está soberbia en su discurso. Además las dificultades de la lectura en algunas partes no impiden disfrutar de todas las conclusiones, avanzadísimas para la época, a las que llega.

"Una habitación propia" es un ensayo que Woolf elaboró reuniendo en él varias charlas que dio sobre "la mujer y la literatura", donde dijo su frase mítica: "una mujer necesita dinero y una habitación propia para dedicarse a la literatura". Una conclusión contundente que evidencia la necesidad de que las mujeres tengan su propia independencia y libertad, que nada las ate porque así es imposible crear historia con sus actos, es imposible que lleguen a ser grandes escritorias de la historia. Un don atado es un don perdido.

Si hasta hace dos siglos no ha habido apenas historia sobre mujeres y pocos libros escritos por ellas, ni siquiera descubrimientos o estudios hechos por ellas, no es por la idea que se ha inculcado de que somos un sexo inferior relegado al cuidado de los niños y la casa. Sino simplemente porque nuestro sexo ha estado limitado en muchos ámbitos hasta bien avanzado el S.XIX. Esa es la conclusión con la que me quedo, además de muchas otras que deberéis descubrir vosotros mismos.


Para finalizar, os dejo esta frase que da para pensar mucho...

"De aquí a cien años, pensé, llegando ya a la puerta de mi casa, las mujeres habrán dejado de ser el sexo protegido."

Enlace: https://bajolapieldeunlector..

Cuando Virginia Woolf tiene que hablar sobre mujer y ficción, explicar cómo no ha habido grandes escritoras como Shakesperare entre las mujeres, su respuesta se sintetiza en estas famosas palabras: para escribir ficción, una mujer debe tener dinero y una habitación propia. Con las escritoras ficticias Mary Beton, Mary Seton y Mary Carmichael, la autora recorre la historia de la literatura mostrándonos cómo han sido las condiciones sociales y económicas de las mujeres las que han propiciado que muy pocas hayan destacado como escritoras. ¿Cómo puede una parte de la sociedad sometida, carente de independencia e intimidad, destacar en las letras? Las tres Marys, trasuntos de escritoras de difrentes épocas y entornos sociales, se enfrentan a dificultades que hacen sobresalir aún más sus talentos. Con sus avatares, la autora pone en evidencia a quienes niegan que las mujeres estén dotadas para las letras.
Una lectura fundamental para reflexionar sobre las dificultades a las que las mujeres se han enfrentado a lo largo de la historia para dedicarse a las artes, y en particular a la literatura.

Un libro sobre el pensamiento (y el sentimiento) femenino que nos lleva por derroteros de lo más curioso con tal de que, finalmente, tenemos más una arenga hacia las mujeres que una perorata: Tenemos la labor de dar a conocer las realidades ocultadas y aquellas que son nuevas.
Me ha encantado la crítica a la cantidad de libros escritos por hombres sobre mujeres como si estos supieran cada cosa del género femenino, así como también me ha gustado la diferenciación de los libros escritos "bajo la luz roja de la emoción, y no bajo la luz blanca de la verdad" en referencia a la necesidad de conocimiento (incluso empírico) que se debe tener sobre un hecho para poder hablar con propiedad.
La aparición del concepto del patriarcado, las nuevas realidades sexuales y sociales, y la idea de la "imagen en el espejo" no deja indiferente a ningún lector. ¡Toda una anticipación a la actualidad hace un siglo!
Me ha gustado sobremanera la defensa de la necesidad de igualdad de ambos sexos (formación universitaria, experiencias vitales) y que los valores ciertamente van cambiando con las épocas. No todo está decidido: podemos cambiar el presente para mejorar el futuro.

Sin embargo, no me ha gustado que se hable de las mujeres como el "sexo protegido" porque yo me pregunto: ¿Protegido de qué? ¿De poder hacer su vida como les plazca? Eso es coartar la libertad, no proteger. Refiriéndose a ello, también se habla de que las mujeres, en caso de hacer otros trabajos ("de hombres") morirían antes, lo que me ha hecho reflexionar sobre el conocimiento a nivel médico (por ej.: el protocolo médico en caso de infarto es diferente entre hombres y mujeres).

En definitiva...
Yo también soy de las que piensan que la visión histórica de la mujer y la visión literaria deben ir de la mano para poder conocer todos los aspectos relativos a las mujeres. Y, de hecho, no se puede entender una sin la otra. Creo que esta obra se ha convertido en un clásico por esto mismo: la capacidad de reflexionar que nos otorga, sea cual sea la época (ya que, además, aún queda tanto por cambiar): Para mi, esto es la equivalencia hacia un mundo más justo y su regeneración representada magníficamente por el mundo literario.

Este ensayo está basado en una serie de conferencias que la autora dio en octubre de 1928 a estudiantes femeninas de la Universidad de Cambridge. En él, Virginia Woolf nos cuenta las bases de su teoría: una mujer necesita dinero y una habitación propia para poder escribir.✍🏼

Aunque así sin pensarlo puede parecer que es una teoría demasiado materialista, lo cierto es que, tal y como la autora nos explica, sin dinero y espacio, no es posible escribir porque el tiempo se dedicará a otros quehaceres. 💭

Pero esa es sólo una de las teorías que propone la autora para responder a la pregunta de por qué, hasta ese momento, la buena literatura estaba escrita generalmente por hombres.
La verdad que a medida que iba leyendo sólo podía pensar en una cosa: ¿Por qué no me había animado a leer este libro antes? Así que para ponerle remedio solamente puedo recomendaros que, si os interesa el feminismo y queréis leer un libro que, a pesar de haberse escrito hace casi cien años tiene ideas muy revolucionarias, lo leáis. 💜

De verdad, que mientras leía el libro me explotaba el cerebro pensando en que se había escrito en esa época.🤯

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