Una habitación propia

Una habitación propia es un libro que me llamaba la atención y cuando vi que salió elegida como lectura de febrero de @dimeunlibro me animé a apuntarme a la LC 📖.

El capítulo inicial cuesta un poquito (muchito), pero luego todo mejora. Como cuando andamos en bici y hay que esforzarnos más en las primeras pedaladas hasta alcanzar una cadencia de pedaleo más cómoda 🚴‍♀️💨.

Una vez superado ese arranque disfruté mucho dentro de la mente de Virginia Wolf porque admiro su capacidad de análisis y la forma en la que plasma todos esos pensamientos sobre el papel. Es cierto que en ocasiones la línea de sus argumentos se ramifica y va… y vuelve… y parece como que nos cuesta seguirla (ese “es denso” que se repitió muchas veces en la lectura conjunta y que yo también sentí en determinados párrafos), pero hay sustancia. Hay mucha sustancia 🧠.

“Así pues, a finales del siglo dieciocho se produjo un cambio que yo, si volviera a escribir la Historia, trataría más extensamente y consideraría más importante que las Cruzadas o las Guerras de las Rosas. La mujer de la clase media empezó a escribir” 🙌.

En los últimos doce meses he leído libros de estas 22 autoras:
Dolores Redondo, Daphne du Maurier, Eva García Sáenz de Urturi, Agatha Christie, C.J Tudor, Greta Alonso, Alyson Richman, Mayka L.Carrión, Alaitz Leceaga, Sayaka Murata, Eva Miñana, Carmen Mola, Ana Masago, Marta Robles, Noelia Lorenzo Pino, Maria de la Pau Janer, Begoña Salvador Ros, Mónica Gutiérrez Artero, Susana Martín Gijón, Virginia Wolf, Lorena Franco y Arantza Portabales 🤩.

¡Bendito día en el que la mujer comenzó a escribir! ♀️✍🏻

Han pasado casi cien años desde la publicación de este ensayo y aún seguimos persiguiendo muchas de las reivindicaciones que Virginia Wolf denuncia aquí con mucho acierto 🎯.

"Cierra con llave tus bibliotecas si quieres, pero no hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente." 💪

Recomiendo Una habitación propia y deseo con todas mis fuerzas que llegue el día en el que haya IGUALDAD de derechos y de oportunidades. ¡Me urge ese mundo mejor! 🌍❤

Por fin me pongo con uno de los libros que más llevan pendientes en mi lista, y lo ha estado porque era consciente de lo que iba a leer: Un ensayo sobre la relación que ha existido siempre entre la literatura y las mujeres.
Me ha sorprendido ver que no era solamente sobre eso, las diferencias en cualquier aspecto de la vida entre hombres y mujeres en aquella época eran abismales, pero no me tengo que ir tan lejos. Hija de…, esposa de…, madre de…, eran los títulos a los que hace menos de 50 años en España podía aspirar la mayoría de las féminas. Yo misma veía con estupor cómo mi propia abuela, aún teniendo sus estudios (era una mujer fuera de lo corriente), firmaba una y otra vez como señora de Delgado, sin tener derecho siquiera a su propio nombre desde el momento en que se casó.
Todas las cosas que ahora disfrutamos como humanos, se las debemos a muchas que vinieron antes levantando ampollas entre la sociedad al mostrar las evidencias de todas estas injusticias: Una mujer no podía disponer de sus propiedades, su padre o marido tenía que autorizarlas para viajar, para abrir una cuenta en el banco ¡hasta para poder trabajar!
El título se basa en una realidad: si una mujer no tiene independencia, no se podrá dedicar a otra cosa que no sea la casa y la crianza de sus hijos. Es cierto que hemos avanzado muchísimo, ya no necesitamos un papel en el que nos permitan ser nosotras mismas, y todo se lo debemos a ellas, a aquellas que no se conformaron con ser un apéndice de un hombre, las que lucharon por participar en deportes, escribir, votar, en definitiva, las que pelearon por vivir en igualdad de condiciones con el otro 50 % de la población, aunque al principio lo hicieran en la sombra.
Una lectura que necesita su tiempo, ya que da muchos datos en los que se apoya para dar su opinión, que se convierte en la de muchas más, pero que merece mucho la pena y me parece muy recomendable.

Difícil reseñar una obra tan icónica. ¡Allá vamos!

El libro se compone de la transcripción de unas conferencias que la autora dio en varias universidades femeninas en 1928. En dichas conferencias, la premisa fue que girarán en torno a las mujeres y la novela.

Tras una primera parte que no me terminó de enganchar y que me hizo pensar, " ¿como es posible que me esté aburriendo soberanamente con esta obra tan elogiada? seguro que el problema es mío"...pero una vez superado ese momento, me quito el sombrero ante el talento de esta mujer... cuando lo acabé tenía ganas de volverlo a empezar.

Nos habla de distintas autoras a lo largo de la historia, comparando sus estilos (Jane Austen, las Bronte, ...) nos demuestra lo difícil que es escribir, teniendo una espada de Damocles encima, examinando cada una de tus palabras por el hecho de ser mujer, el síndrome del impostor que soportaron, el mérito de generar literatura teniendo un acceso al mundo tan limitado como el que tenían y un bagaje de experiencias tan exiguo en el que basarse para crear, la dependencia económica de sus maridos, padres o hermanos, ... Y combinar todo esto con el desempeño de las labores propias que se le suponían a una mujer, la maternidad y demás obstáculos.

Si a día de hoy sigue vigente todas sus afirmaciones, imagino la revolución que causaría en el momento de su publicación.

Un libro imprescindible y para releer de vez en cuando.

Perspicaz reflexión sobre la posición de la mujer en la sociedad, y en concreto en el mundo de la escritura, en un mundo hostil.

En este ensayo escrito hace 94 años, Woolf explora las intricadas telarañas que tejen la creatividad femenina, revelando los desafíos y barreras que las mujeres han enfrentado a lo largo de la historia: 'Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si ha de escribir ficción.' de este modo, Woolf no solo señala la necesidad de independencia financiera para liberar la creatividad, sino que también destaca la importancia de un espacio personal (tanto físico como mental) donde las mujeres puedan explorar y expresar sus pensamientos sin restricciones.

"Una habitación propia" es una obra imprescindible que nos invita a reflexionar sobre las luchas que muchas mujeres enfrentaron y aún enfrentan para encontrar su voz y lugar en la literatura. Y lo hace poniendo el foco no solo en las constricciones del género, sino también de la clase social, recordándonos la urgencia de crear unas condiciones igualitarias para el florecimiento de la creación artística.

Magnífico ensayo de esta autora a quien leo por primera vez. He quedado gratamente sorprendida de la elegancia, discreción y sencillez con la que defiende el papel de la mujer en la literatura, de esas limitaciones que eran adquiridas nada más nacer.

La obra se publicó en 1929, y el ensayo está basado en unas conferencias para mujeres que dio la autora en las universidades de Newnham College y Girton College.

El título del ensayo, premisa de la que parte la autora, hace referencia al hecho de que si una mujer tiene dinero y una habitación propia le dará independencia para escribir sus novelas. Y al mismo tiempo hace hincapié en el verdadero problema no resuelto de la mujer, no ser valorada como tal.

El tema que tuvo que abordar en dichas conferencias fue "Las mujeres y la novela". Un tema, como ella afirma, que puede llevar a diferentes interpretaciones: - Cómo son las mujeres, qué escriben las mujeres, lo que los hombres escriben sobre las mujeres o una combinación de todas.

Es una reflexión sobre todas esas dificultades a las que tenían que enfrentarse las mujeres, en especial a la hora de escribir. Lo hace usando la ficción y con diferentes nombres, el que le queramos poner.

El simple hecho de tener que acceder a la biblioteca para preparar esas conferencias supone una limitación para ella, ya que solo puede acceder acompañada de un hombre o con una carta de recomendación; damos por hecho que escrita por un hombre.

Atiborrada de preguntas sin respuesta se adentra en el Museo Británico de Londres con la esperanza de encontrar allí respuestas sobre la relación que hay entre las mujeres y la literatura.
Encontrará libros escritos por hombres haciendo alusión a las mujeres que la llevarán a experimentar diferentes estados de ánimo por lo que estos escribieron.

Woolf inventa una herencia que recibe al morir su tía y que le aportará una renta de quinientas libras para toda la vida. Ya […] No hay fuerza humana que pueda arrancarme mis quinientas libras […] No preciso adular a ningún hombre; no tiene absolutamente nada que darme. Con esto, insiste en la importancia de la educación de la mujer pese a las barreras a las que se enfrentaban.

Poniendo como ejemplo a Shakespeare, de nuevo hace uso de la ficción inventándole una hermana, Judith. En el caso de que esta tuviera las mismas capacidades y talento para crear un obra se cuestiona si esto podría ocurrir; yo digo que sí, aunque ella llega a la conclusión de que no.
Cuando dice: [… ]en el siglo XVI habría enloquecido, se habría disparado un balazo, o habría acabado sus días en una choza solitaria […] Supongo que habría de todo, unas lo llevarían mejor que otras, y cuando llega a esa conclusión negativa quiero creer que lo hace partiendo de la base de que la mujer en esa época no tenía opciones para formarse. Porque tras el final trágico de la hermana ficticia, Woolf termina diciendo: "Así habría sido la historia si una mujer en el tiempo de Sakespeare hubiera tenido su genio. Porque el genio de Sakespeare no nace de gente de trabajo, ineducada y servil".

Hace referencia también a conocidas autoras como Jane Austen, las hermanas Brontë, la condesa de Winchilsea, George Eliot….

Otra de sus comparaciones es cómo aparece la mujer en las obras escritas por el hombre, en el género que sea. Según Woolf, la mujer gana cuando se escribe sobre ella en la literatura, […] nos la imaginaríamos como un ser de la mayor importancia; muy cambiante […] lo mismo es hermosa que fea […] y así todos los adjetivos llevados a los extremos. ¿Es una forma de consolarse? ¿Que, al menos en la literatura la mujer tiene protagonismo, incluso se la iguala al hombre o lo supera? Creo que es otra de sus ironías, porque la realidad para las mujeres era bien distinta.

Ciertos comentarios que hace sobre los hombres y lo que escriben tienen toques de humor e ironía que, en mi opinión, no cuadran con el estilo inglés pero son muy buenos; el traductor es Jorge Luis Borges, puede que la clave esté ahí.

Estas palabra escritas por Virginia Woolf me hacen pensar en todas esas mujeres que fueron excelentes escritoras y poetas, en esa lucha infinita por la independencia social, económica y por la libertad de crear arte en todos sus ámbitos.

Habría muchas frases que citar de este ensayo, pero no es cuestión de extenderse más. Por eso recomiendo su lectura. La mejor forma de disfrutar de todo lo que pensaba la autora es leyéndola.

Enlace: https://belnotas.blogspot.co..

Os animo a leerlo, creo que es un libro que hay que leer por todas sus enseñanzas.

Reflexiona sobre la importancia de tener un lugar tranquilo y privado y unos ingresos mínimos para poder escribir sin preocupaciones.
Aporta información importante para entender la evolución de la literatura y el papel de la mujer.
Nos explica no sólo la relación entre la mujer y la creación literaria y de cómo las escritoras, sufrían discriminación por su condición femenina en un mundo, el literario, sino también
el problema del acceso de las mujeres a la educación, pero sobre todo, a la independencia económica.

Para explicar la diferencia entre un hombre y una mujer en el campo literario nos muestra como mientras Shakespeare logra cumplir sus expectativas, su "hermana", por ser mujer es privada de las mismas oportunidades.

También nos encontramos una explicación minuciosa sobre las carreras literarias y la posición de escritoras británicas desde el siglo XVI hasta el XIX...

Un resumen, una guia para reflexionar sobre los problemas de las mujeres escritoras que podrían solucionarse con "quinientas libras al año y una habitación para poder escribir novelas o poemas" .
Enlace: https://instagram.com/mi.ter..

Seguramente cuando le propusieron a Virginia Woolf dar unas conferencias con 'La mujer y la literatura' como tema principal, pensarían que abarcarían un halago continuo de la vida y obra de influyentes predecesoras del calado de Jane Austen, las hermanas Brontë o George Eliot.
Woolf fue "un pelín" más allá. ¿Como era posible que en el mundo la mitad de la población tuviera una ínfima participación en el proceso de escritura?¿Qué representación arquetípica y simplista en los personajes femeninos de las novelas se cabía esperar de aquellas masculinas mentes?¿Cómo se iban a plantear las mujeres dedicarse a la escritura sin poder contar con una solvencia económica ni un lugar tranquilo en el que desarrollarla, una habitación propia?
Maravillosa vuelta a la autora que conocí con su peculiar novela 'La señora Dalloway'. En este caso, nos adentramos en un ensayo basado en dos conferencias que dió Woolf a mujeres estudiantes. Es lógico que tras el éxito de las mismas, se decidieran llevar al papel y de esta manera podamos disfrutar de este alegato feminista que dentro de nada cumplirá los cien años desde su publicación.
Una de las cuestiones que nos ha enseñado la literatura es que el feminismo no es cosa de hace unos pocos años, y que hace cien años y unos cuantos más atrás, ya había voces (en su mayoría mujeres, claro) reivindicando de manera más o menos explícita una igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, poder saborearlo de manera tan directa y contundente, y escrito con el estilo que solo alguien como Virginia Woolf es capaz de plasmar, es un verdadero placer.
La escritora hace un repaso por las primeras mujeres que, teniendo que renunciar a la idea de formar una familia, pudieron dedicarse a la escritura, pasando por un presente en el que expone las carencias y necesidades de las mujeres para poder escribir, y anticipando un futuro irremediablemente más positivo.
'Una habitación propia' es una obra necesaria hoy en día todavía, para recordar de dónde venimos y evitar repetir ciertas injusticias, pero sobretodo para no caer en el engaño de que ya se ha conseguido una igualdad real y sí tener en mente que queda aún mucho por hacer.

¿Cómo sería una charla Ted Talks sobre feminismo de Virginia Woolf? Pues eso es éste magnífico libro.

Es un ensayo/presentación/exposición que la autora hizo por encargo para hablar en una charla sobre la mujer y la literatura, trata de encontrar la relación entre ambos, de situarlo en el tiempo, contextualizar la vida de las mujeres y el momento en que deciden ponerse a escribir y no dejar ese cometido solo a los hombres.

Es una lectura obligatoria para iniciarte en el feminismo, leer sus opiniones sobre otros autores, sus divagaciones sobre la hermana de Shakespeare,...es una gozada.

Si tuviera que elegir a una persona viva o no para hablar con ella, Virginia Woolf sería la elegida, porque necesito saber cómo llegaba a esas conclusiones con la poca información de la que disponía, cuáles eran sus gustos literarios y qué cosas tenía sí o sí en su habitación propia para escribir.

El libro de ficción, que en realidad no lo es, de Virginia Woolf sobre la necesidad de tener una independencia económica para poder ser creativa. Parece de perogrullo, pero hoy en día sigue vigente.
𝙐𝙣𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙥𝙞𝙖 (A room of one's own, 1928) está publicado por Seix Barral con traducción de Laura Pujol. Se trata de dos conferencias extendidas en las que Virginia Woolf hace un repaso a la historia de la mujer escritora (británica) para explicar lo difícil que resultó este proceso y lo mucho que aún faltaba todavía. Conviene recordar que hacía tan solo 10 años que las mujeres habían accedido al voto en Gran Bretaña, y que la literatura femenina aún se veía como una literatura menor (¿acaso no ocurre todavía en cierta medida?).

El título del libro hace referencia al gran logro de una escritora, o de cualquier artista, tener un espacio personal que le permita desarrollar su obra. Espacio al que las mujeres no habían tenido acceso hasta entonces como bien explica Woolf. Es una metáfora de la libertad esa habitación propia que entonces empezaba a ser una realidad, aunque solo para las clases altas. En un momento dado menciona doce autores clásicos y tan solo uno tuvo problemas económicos. Primero el hambre, luego el arte.

𝙐𝙣𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙥𝙞𝙖 es un falso ensayo, o una falsa novela, lleno de datos interesantes, quizás demasiado árido y seco a ratos, pero con grandes reflexiones sobre la libertad creativa, especialmente para la mujer, aunque creo que se puede extrapolar a cualquier minoría que haya necesitado expresarse con su propio lenguaje, haciendo ver su propia identidad sin coger prestada la del hombre blanco hererosexual, que era canon hasta entonces. Tampoco es un ataque a los hombres, ni mucho menos, es solo la necesidad de constatar que las mujeres necesitaban contar su historia y para eso debían recurrir a un lenguaje distinto, alejado de los parámetros tradicionales.

Un ensayo Feminista, dividido en seis capítulos, en el que la autora reivindica el papel de la mujer en la sociedad y denuncia como ésta ha sido relegada a lo largo de la historia, e incluso castigada por decir lo que piensa. Un clásico de Virginia Wolf que nos ayuda a entender el papel secundario que se ha otorgado a las mujeres en distintas épocas.

Una habitación propia no es sólo un lugar físico, representa la independencia y el espacio que la mujer necesita para expresarse libremente, sin temor a escribir lo que siente o piensa.

Al ser la primera vez que leía un ensayo el lenguaje me ha resultado un tanto monótono, sobre todo en el primer capitulo, aunque vale la pena leer hasta el final, puesto que para mí el capítulo 6 es el mejor. A pesar de esto, recomiendo mucho leer clásico, ya que el tema que trata me parece atemporal y reivindicativo.