Esta no es la historia de Virginia, ni de la muerte de Virginia. Esta es la historia del hombre con el que compartía sus ideas y sus preocupaciones, el que la sostuvo en las innumerables ocasiones en las que la escritora cayó; del ser humano preocupado por el hombre y por la guerra, del escritor que no tenía tiempo para escribir. Es la historia de una editorial y de un trabajador incansable; del idealismo. Este libro es la voz de Leonard y su sentir, la fuerza arrolladora de un hombre que supo estar y supo marcharse. Y aunque no fuera capaz de mantener a Virginia de este lado de la vida, sí supo hacerla feliz; esperando, observando, atento a cada cambio, siendo el apoyo fundamental en el que cualquier alma libre desearía descansar. |