Ojos violeta

Este es un mundo en el que algunas personas nacen con el don de poder comunicarse con lo muertos. No es palabrería, no es fantasía, es un poder que tienen y que el gobierno ha sabido explotar de muchas formas diferentes. Todos ellos son localizados y son entrenados para realizar los trabajos que se les encarguen.

Esto es fácil porque todos ellos tienen los ojos violeta. Desde pequeños son llevados a escuelas especiales para enseñarles a desarrollar su don. Luego se les envía a diferentes sitios según sus capacidades. Algunos van para ayudar en investigaciones policiales, otros al departamento artístico para continuar las obras de los grandes genios ya fallecidos, etc.

Realmente la idea de la saga es una maravilla. Original, y con un enorme potencial para encaminar las novelas por muchísimos sitios diferentes.

Pero no todo es maravilloso para los violetas, a pesar de su trabajo se les ve como bichos raros. La sociedad normal no está muy a gusto a su lado, siempre tienen miedo de lo que puedan ver o saber sobre ellos. Son una especie de marginados sociales, siempre apartados, sin contacto con la gente para no saber nada de ellos.

Nuestra protagonista, Natalie, trabaja en investigaciones criminales. Una serie de desapariciones y asesinatos de violetas llevan sucediéndose y a ella se le encarga la investigación junto a Dan, un agente del FBI, para ayudarla y protegerla.

La historia de intriga y misterio está maravillosamente tejida, el autor nos va enredando en incógnitas poco a poco, resolviendo unas y añadiendo más a la trama. Natalie y Dan parecen ir siempre un paso por detrás del asesino. Alguien que sabe lo que es tratar con violetas y consigue dejar muy pocas evidencias de sus crímenes.

Con un lenguaje cercano y sencillo, casi visual, la trama consigue atraparte casi desde las primeras páginas. No puedes cerrarlo sin más, tu cerebro seguirá pensando en sus protagonistas y la historia que están viviendo. Con detalles simples pero con mucha fuerza, acabarás rendido a sus palabras.

Y para rematarlo tiene un final de infarto, con giros que no esperas, que te dejan los ojos abiertos haciendo juego con la boca. Con un sabor agridulce y con muchas, muchísimas ganas de seguir leyendo más sobre Natalie Lindstrom.

Un libro que recomendaría a todo aquel que disfrute de una buena novela de intriga y misterio, con toques policíacos pero también con toques fantásticos. Una historia muy entretenida que leerás casi sin darte cuenta y que te hará admiradora de la pluma de este autor. Si tenéis oportunidad de leerlo no la desperdiciéis.
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