Además, cada año se encerraba más en su vida secreta, algo extraño y salvaje florecía oscuramente en su cara, y, cuando ella le hablaba, sus ojos se llenaban de sombras, de grandes barcos y ciudades.
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Además, cada año se encerraba más en su vida secreta, algo extraño y salvaje florecía oscuramente en su cara, y, cuando ella le hablaba, sus ojos se llenaban de sombras, de grandes barcos y ciudades.
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-Vamos, no es hora de soñar despierto. A quien madruga, Dios le ayuda; ya es hora de que salgamos a la calle. Y aunque su alusión al soñar despierto era solo parte del axiomático mosaico de su lenguaje, Eugene se sobresaltaba y se sentía confuso, pensando que su mundo secreto, tan celosamente guardado, se había revelado y puesto en ridículo. |
Eugene tenía casi doce años. Su infancia había quedado atrás. Al avanzar la primavera sintió, por primera vez, toda la delicia de la soledad. Envuelto en su fino camisón, se plantaba en la oscuridad detrás de la ventana que daba al huerto en el cuarto trasero de la casa de Gant, absorbiendo el aire dulce, exultando en su aislamiento en la sombra, oyendo el extraño gemido del silbato del tren que se dirigía al oeste.
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La leyenda de Sleepy Hollow es un relato corto de terror y romanticismo, se desarrolla en los alrededores de...