Escrito en el cuerpo

Este libro ha sido una lectura rápida que engancha de principio a fin, no solo por su argumento, sino por su manera de desarrollarlo. Estamos ante una literatura plagada de metáforas, lo cual embellece el texto y lo enriquece.

He leído reseñas en las que se decía que no se sabía muy bien si el protagonista de este libro es un hombre o una mujer. de hecho, quizá al leerlo en inglés haya dudas también, porque el lenguaje utilizado durante toda la lectura puede ser usado para referirse a un hombre o a una mujer. Pero por lo menos en esta traducción hay mucha ambigüedad y es difícil saber sobre qué sexo está hablando. A veces se refiere totalmente a una mujer, otras a un hombre. En la página 31, por lo menos en la edición que he leído, dice así: Sin embargo, en la página 188 podemos leer (refiriéndose al protagonista): Entonces, ¿es un hombre o una mujer? ¿Es tan importante saberlo? Yo creo que, por lo menos en este caso, no. Esta ambigüedad nos da una lección de qué lo importante en una historia de amor no es el sexo de cada uno, sino lo que se siente por dentro. Y la autora lo describe impecablemente.

El final del libro deja ganas de más, de que haya una segunda parte, y, sin embargo, deja claro que la autora no nos dará ni una palabra más de esta historia de amor.

He de destacar por último las ilustraciones de esta edición, maravillosas en blanco, negro y rojo. El rojo es un color importante en el libro, el color del pelo de Louise, que a lo largo de toda la lectura aparece en numerosas ocasiones. Estas ilustraciones están hechas por Ana Juan, y acompañan al texto de una manera magnífica.