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Me da pena darle tan "poca" nota, porque podría haber sido épico y la autora, en mi opinión, ha metido la pata en un par de cosillas que hace que el resutlado final desluzca. La historia nos sitúa en un mundo en el que vampiros y humanos conviven con armonía y nuestro protagonista, Finn, es un humano que decide trabajar para la VRC que vendría siendo la división que vampírica que se encarga de los casos delictivos relacionados con esta raza. Ahí tendrá que ganarse la simpatía de sus compañeros, a quienes no les alegra lo más mínimo que un humano trabaje con ellos. Los personajes son entretenidos y te atrapan rápido, y la novela está envuelta en un aura cómica que te impide mantenerte seria a lo largo de la lectura. ¡Las risas están aseguradas! El romance no es lo mejor ni lo más importante. Nos centramos en investigación que la VRC tiene entre manos: un grupo de criminales está creando una droga para asalvajar a los vampiros y que ataquen a humanos con la intención de crear una guerra. Es muy interesante y el ritmo de esta parte de la trama está bien llevado. ¿Lo malo? El humor es maravilloso hasta que deja de serlo: para el final ya resulta algo cansino y repetitivo que todo en Finn sea tan satírico constantemente. En todo momento. No deja de divertir realmente, pero la autora abusa en exceso de los diálogos graciosillos y alarga innecesariamente el libro. La trama, si bien me ha gustado, está desequilibrada. al prinicipio me daba la sensación de que estaba todo muy bien llevado, pero en este libro se juntan dos tramas: la ya mencionada investigación y la trama que te vende la sinopsis sobre el monstruo que acecha a Finn. Y esta última, si bien interesantísima y potente, se queda en nada. Es como que a ratos queda olvidada. Entiendo que la autora quería dejar esta parte abierta para la siguiente novela, pero considero que, al ser la trama que te vende la sinopsis, debería tener mayor peso aquí... o cambiar la sinopsis, una de dos. La parte romántica me ha gustado y me ha decepcionado a partes iguales. Por una parte me ha gustado el progreso natural de su relación, pero por otro me ha faltado química. Sobre todo por parte de Marcus. Especialmente cuando empieza a desarrollarse la parte romántica de su relación, no he sentido chispa entre ellos. al final mejora... pero no es un romance cautivador, la verdad, ni una pareja que me haya marcado y que recordaré con el tiempo. A favor de los personajes, diré que adoro al perro de Marcus (dudo que haya quien lea este libro y no se enamore del gigante), también diré que me gusta que Finn tenga prótesis y que la autora equilibre de forma tan eficaz el aspecto fiero y vulnerable de este personaje, diré que me gustan muchísimo los secundarios (especialmente Karsyn, ya tengo ganas de leer su libro; Aria creo que va a dar guerra y se va a meter en problemas, pero igual estoy leyendo mucho entre líneas, Orin es maravilloso y Watson muy interesante). En general, como os digo, me ha gustado mucho. Si la autora no se enrollara como una persiana en ciertos momentos y no abusara tanto del humor (que la verdad es que se le da de maravilla pero al utilizarlo una y otra vez acaba cansando... ya sabéis: lo poco gusta y lo mucho cansa) este libro habría sido bastante redondo para quienes buscan algo más que una historia romántica. El mundo que crea es interesante y abre puertas a ciertos temas que pueden dar mucho juego y el complot que están urdiendo los humanos contra los vampiros suena la mar de prometedor. Pese a las cosas negativas, sin duda leeré el segundo libro en cuanto esté disponible. + Leer más |