El poder del perro

Don Winslow nos adentra en un mundo muy negro, el mundo del narcotráfico. Pocos entornos son más crueles que éste. La historia que cuenta es pura ficción, aunque el autor deja clara una cosa :"Hay personajes ficticios y en más de una ocasión he mezclado y fundido acontecimientos ; pero hay muy poco en el libro que no haya realmente sucedido."

Después de haber leído la novela, eso da mucho miedo. Es realmente aterrador que se hayan podido producir y que puedan producirse en el futuro hechos similares a los que narra esta historia.

Si este libro fuera de no-ficción, sería la enciclopedia más completa sobre el narcotráfico mexicano-estadounidense (si los de Larousse volvieran a llamar puerta por puerta, seguro que venderían).

Durante toda la lectura he odiado a muchas de las personas que se describen aquí, sus actos me han parecido repugnantes. Sólo tienen dos objetivos en su vida: dinero y poder. Dos cosas íntimamente unidas, en las que la lucha por su consecución arroja muerte y desgracia para todos.

Don Winslow, de manera hábil, ha conseguido integrar unos personajes muy buenos en una historia magnífica, donde hay hechos reales (Operación Cóndor) y ficcionados, pero que son un claro guiño a otros que sí existieron (en el libro se llaman Niebla Roja, Cerbero...), como el asesinato de "Kiki" Camarena, el Irangate, la Operación Fénix... Todo adaptado, modificado para la novela, pero con la asfixia que provoca saber que algo similar ocurrió realmente.

Quiero dejar claro que lo que cuenta me ha encantado. La lectura ha sido adictiva, casi tanto como las sustancias con las que se enriquecen las "personas" de alma negra que aparecen en "El poder del perro". Es un thriller de 720 páginas, el ritmo es constante, es alto. Si, como en mi caso, la historia te atrapa, tu cuerpo quiere seguir y seguir leyendo (da igual que la trama sea cruel, bestial en ocasiones, descarada y directa a tu estómago).

El autor no se prodiga en genialidades literarias. No. No esperéis encontrar a un discípulo de García Márquez aquí. En mi opinión pesa mucho más la historia en sí que la calidad literaria en esta novela. Pero ojo, no estoy diciendo que esté escrita de manera mediocre, ni mucho menos.

Desde luego, creo que estoy dejando claro que me ha encantado la novela. Reconozco que soy un aficionado a este tipo de historias, desde joven he visto todas las películas de mafiosos del estilo "Goodfellas" y considero "El Padrino" como una de mis novelas preferidas (la leí con 16 años y no he podido bajarla del pedestal), por lo que esta premisa ha podido influir en mi satisfacción por esta lectura.

Voy a poner un pero, y es que el final me ha parecido muy peliculero, y a mí me gustan las películas en la pantalla, pero los libros son los libros y se tiene que notar.

Aún y todo, ya tengo la segunda entrega de la trilogía y me está susurrando:
-¿Te apetece conocer cómo sigue la historia?

Sí, quiero.

Sencillamente brutal.
Una de las novelas más intensas que he leido.
Primera entrega de la impresionante trilogia llamada El Cartel. La trilogía, a la que Winslow ha consagrado veinte años -alternando con otros trabajos- constituye un impresionante relato lleno de atrocidades y también de grandes gestos, así como una demoledora interpretación de la historia de México y EE.UU. en los últimos decenios, y de cómo el dinero del narcotráfico ha marcado su relación humana y política al más alto nivel.

Lectura que ha formado parte de una lectura conjunta. No puedo más que darle las cinco estrellas.

Entre los años 70/90 el negocio del narcotráfico en tres México y EEUU está que arde. Y la guerra al mismo también. Narcotraficantes de primera y de segunda, mafiosos, reparto de territorios, policías corruptos, soplones, sobornos y mordidas, aliados, gente con miedo mirando a otro lado y muertos, muchos muertos, inocentes y no. Y siempre ahí los EEUU, con sus dos caras, librando guerras ajenas.

Es una novela brutal, llena de durísimas escenas, que son realidades, que es el del mercado de las drogas, y sus daños colaterales, siempre hacia el más débil.

Una novela que puede llegar a ser complicada de leer, no tanto por la cantidad de personales que contiene, sino por las interrelaciones entre los mismos, y porque hoy pueden estar en un bando y mañana en otro, y esto hay que asimilarlo porque, en ocasiones, el lector es el primer sorprendido.

Es una lectura muy recomendable, a pesar de la dureza que contiene y de la tristeza que transmite de principio a fin, aunque el fin, realmente, está en las siguientes entregas.

El càrtel impone sus reglas y están van mutando para adaptarse a las circustancias. Si la operación cóndor acabó con la producción de heroínas en México, el negocio sigue con el producto colombiano mientras el cartel se hace más fuerte e impone su ley, tienen el poder del perro para ello.

La recién creada DEA trata de erradicar el narcotrafico, la CIA se esfuerza en su guerra contra el comunismo, la policía mexicana tiene su propia agenda y cada uno juega a su juego.

El autor caracteriza muy bien a los personajes sin por ello dejar de lado la trama que avanza a un ritmo frenético. El desenlace de cada parte más que enderezar la trama la complica aún más, creando un universo social en torno al narcotrafico y a sus múltiples vínculos con otras esferas de poder.

Hoy os traemos una obra que sale de la mente del aclamado y leidísimo autor de best-sellers con fama internacional Don Winslow.
Hablar de él y de sus obras es hablar de éxito de masas, de libros que se convierten en booms literarios y que llegan a ser llevados a la pequeña pantalla.
Tras éxitos como El Cártel o La frontera vuelve con El poder del perro, una novela que no deja para nada indiferente.
Que no os asuste su extensión ya que son libros altamente adictivos y se leen muy rápidamente a la vez que se disfrutan y se acompaña de una reflexión sobre el mundo en el que vivimos.
En esta ocasión, el maestro de la tensión y el suspense nos lleva hacia los estados Unidos de los años setenta en que la lucha contra el narcotráfico cobra un papel destacadísimo en la sociedad política, civil y policial.
En sus ansias por triunfar, Art Keller se convierte en agente de la DEA pero no sabe con quién se las verá ya que Adán Barrera está frente a él como líder y heredero del imperio del narcotráfico.
Ambos saben cómo uno y otro han llegado a sus puestos y las raíces hispanas de Art pueden exponerlo mucho más de lo que él mimo puede llegar a creer.
Esta lucha de titanes también estará acompañada de otros personajes singulares que aportaran cada uno su toque de color, visión del mundo y debate ético desde su punto de vista social y profesional.
Nora Hayden es una bellísima prostituta entrenada para que los hombres hagan lo que ella quiere, el padre Parada está dispuesto a todo para ayudar a la comunidad a la vez que es confesor de Nora y por último conoceremos a Billy Boy callan, un jovencito abocado a un destino oscuro como asesino a sueldo.
Ni todos son tan buenos ni todos son tan malos.
Todos tienen en común que son víctimas de su destino y que están en un momento bisagra en que si se juntan todos pueden escapar de sus ratoneras.
Pero… ¿Es fácil vivir en la luz cuando se está instalado en las sombras?
Esta obra que nos ofrece Harper Collins es mucho más que un thriller, es un dibujo muy real y documentado de lo que eran los Estados Unidos hace apenas unos cuarenta años y del que aún queda mucho por decir.
Bien ambientado, con protagonistas que parecen clichés pero que aprovecha su evolución emocional para narrar situaciones y sensaciones y con una trama principal que engancha se convierte en un imperdible para esta época.
Es una bajada a los infiernos con ansias de volver a renacer.
¡No la dejéis escapar!

Enlace: http://lapetitallibreria.blo..

Muy buena novela negra. Narcotráfico, la DEA, acción e intriga. Trama muy inteligente, muy bien documentada. Con el ritmo de un best seller, pero va mucho más allá porque cuenta la trama que hay detrás de muchos relatos que conocemos por las noticias.

Directa, cruda, crudísima, impactante, trepidante, adictiva.
Si HBO hiciera una serie basada en El poder del perro, me olvidaría rápido de Narcos. Si Scorsese la adaptara a la gran pantalla podríamos volver a ver algo al nivel de Goodfellas. Si Villeneuve volviera a rodar una escenaza en la frontera como la de Sicario con el material que se narra aquí, nos daría un jamacuco de la tensión.

El ritmo imprimido a la historia te atrapa rápido y no puedes soltar el libro ni parar de sufrir sabiendo que no está nada alejada de la realidad. Sufrir no tanto por las escenas crueles y sangrientas de torturas, que sí... si no más por la consciencia de que las tramas de corrupción e intereses políticos y eclesiásticos tejidas alrededor del narcotráfico, seguro son producto de una gran labor de documentación.

Don Winslow sabe definir muy bien a sus personajes y consigue despertarte sentimientos hacia cada uno de ellos, aún siendo personajes bastante típicos en estas historias.
Como último apunte, el uso que hace del punto y aparte me ha encantando.

Estamos indudablemente ante mi novela favorita. Es increíble la facilidad con la que Don Winslow va tejiendo una historia con otra, creando personajes completos que traspasan las páginas y hasta parecen cobrar vida. Todos tienen un fin, nadie depende de nadie, son los protagonistas de su propia historia y rehuyen de los arquetipos hasta el punto de volverse impredecibles. Así es "El poder del perro". Una novela coral que te envuelve y atrapa de principio a fin, llena de crímenes, de muertes, de traiciones y de ese tinte agridulce que paladeas cuando sabes que estás leyendo algo demasiado cercano a la realidad. Es una novela peligrosa, temeraria, ambiciosa, diferente.

Imposible no querer más de éste autor tras su lectura, o anhelar reencontrarte con sus inolvidables personajes una vez cierras el libro. Por suerte para todos nosotros, existe "El Cártel", su valorada continuación, donde aún demuestra de todo lo que es capaz.

No me esperaba tanto de esta novela, que tiene lo mejor de un bestseller, como es su capacidad para atrapar al lector desde las primeras páginas con un ritmo y una acción trepidantes, muy cinematográficas, que te impelen a leer y leer sin parar, ansioso por avanzar mientras las balas silban a tu alrededor.
Pero al mismo tiempo me maravilla la capacidad que tiene el autor para crear personajes auténticos, creíbles y dotarlos de vida.
Por momentos es un documental (más que letras veo imágenes) sobre el tráfico de drogas y sobre la historia oculta de Estados Unidos y su lucha contra el comunismo en Centroamérica colaborando para ello con quien hiciese falta, aunque se tratase de traficantes de armas o de drogas.

Lo hace además sin caer en ningún momento en el maniqueísmo, en el que es tan fácil de caer en este tipo de novelas.

¿Recomendable para cualquier lector?. Probablemente no. No tanto por su extensión (más de setecientas páginas que se pasan en un suspiro), sino por la dureza de algunos pasajes, dureza que se ve incrementada por saber que pese a ser una ficción, no dejan de ser un fiel reflejo de una realidad que sigue sufriendo el pueblo mexicano (ver Anexo de Prensa)



Se echa de menos tal vez algo de humor para suavizar la historia. Sin embargo, a la vista de la obra posterior de Don Winslow, está claro que el autor así lo decidió, pues una de las características en el resto de las novelas de Don Winslow es el humor que utiliza para suavizar la violencia que está presente en sus argumentos.



Imprescindible para todos los amantes de la buena literatura, especialmente para aquellos que quieran conocer el lado oscuro de la historia estadounidense en la limpieza de su "patio trasero".


Reseña completa en: http://www.elbuhoentrelibros.com/2013/11/el-poder-del-perro-don-winslow.html
Enlace: http://www.elbuhoentrelibros..

“Existe el dinero y la falta de dinero -dice Adán-, el poder y la falta de poder. Y punto.”

Una adictiva e impactante novela repleta de esa clase de gentuza que nos hace desear fervientemente que exista un infierno, que transforman al cielo en ese anhelado lugar desde el que disfrutar eternamente de la visión de sus tormentos, que nos convierten justo en lo que detestamos. Gentuza que está a los dos lados de esa supuesta línea que marca la ley y que unos y otros desdibujan a voluntad. Gentuza obsesionada por el poder, por el imperio sobre las vidas ajenas, adictas al placer de saber que serán siempre obedecidos, sea lo que sea y pese a quién pese.

“El dinero siempre gana.”

Si siguen mi entusiasta recomendación leerán escenas terribles, duras y crueles, se indignarán, se horrorizarán con esta descripción de la ruta de la droga que formaron Colombia, Honduras, El Salvador, México y EE.UU y en la que se detallan las conexiones entre los narcos, grupos políticos, cuerpos policiales y organizaciones paramilitares y la propia CIA en negocios de todo tipo. Un horror que aumenta infinitamente si confiamos en las palabras del autor:

“Hay personajes ficticios y en más de una ocasión he mezclado y fundido acontecimientos; pero hay muy poco en el libro que no haya realmente sucedido.”

Una gran organización que derrocó e impuso gobiernos, que arruinó y ayudó a levantar economías de amplias zonas e incluso de países enteros que en realidad se vendieron a los narcos, que, con el dinero de la droga, aplastó las corrientes izquierdistas que surgieron en Centroamérica y Sudamérica entre los años 70 y 90. Todo estaba aprobado y apoyado por el país que se presenta ante el mundo como el líder de la democracia y la libertad.

“En El Salvador, escuadrones de la muerte de extrema derecha asesinaron a políticos izquierdistas y líderes sindicales. En 1989, en el campus de la Universidad Central Americana de El Salvador, oficiales del ejército salvadoreño ametrallaron a seis jesuítas, a una criada y a su hija de pocos meses con rifles provistos de mira telescópica. En aquel mismo año, el gobierno de Estados Unidos envió quinientos mil millones de dólares en ayudas al gobierno salvadoreño. A finales de los ochenta, unas setenta y cinco mil personas habían sido asesinadas. Guatemala doblaba esa cifra…

Durante la larga guerra contra los rebeldes marxistas, más de ciento cincuenta mil personas fueron asesinadas, y otras cuarenta mil desaparecieron. Niños sin hogar fueron abatidos en las calles. Estudiantes universitarios fueron asesinados… En todo momento, soldados norteamericanos aportaron entrenamiento, asesoría y equipo, incluidos los helicópteros que transportaban a los asesinos a los campos de exterminio...

Luis Carlos Galán, el candidato presidencial del Partido Liberal que contaba con kilómetros de ventaja en las encuestas, fue eliminado en el verano del 89. Bernardo Jaramillo Osa, el líder de la UP, fue abatido a tiros cuando bajaba de un avión en Bogotá la primavera siguiente. Carlos Pizarro, el candidato del M-19 a la presidencia, fue asesinado unas semanas después.”

Aunque parezca increíble también había gente dispuesta a combatir a estas organizaciones, incorruptibles empeñados en la inútil persecución de esta gentuza que, si no se iban de rositas mediante ignominiosos acuerdos con los gobiernos, eran rápidamente sustituidos por otra gentuza más ambiciosa y con mayor falta de escrúpulos. Muchos cayeron en el intento, otros muchos arruinaron su vida y la de sus familias, pues hasta para hacer el bien hace falta poder y no se consigue poder siguiendo las reglas. El resultado es que solo han cambiado los actores, la película sigue siendo la misma.

“Soy como un alcohólico, piensa Art. Ha oído a bebedores reformados contar que iban en coche a la licorería, sin dejar de jurar que no lo iban a hacer, entrar y jurar que no iban a comprar, comprar y jurar que no iban a beber lo que acababan de comprar.

Después se lo bebían.

Yo soy como esos tipos, piensa Art, arrastrado hacia Tío (el jefe narco) como un bebedor a la botella.”

Y lo más gracioso de todo es que hasta estos íntegros salvaguardas de la ley contribuyen a la riqueza de los narcos encareciendo el producto y, por tanto, aumentando los beneficios, dificultando la competencia al elevar los costes de distribución y seguridad, lo que es en sí mismo, esto de la seguridad, un negocio paralelo de lo más lucrativo a pesar de la necesaria colaboración, nada barata, de policías, soldados, agentes de aduanas y guardias costeras, funcionarios de todo tipo, políticos y gobernantes. Mucha gente interesada en que nada cambie.

“Los norteamericanos se apoderan de un producto que crece literalmente en los árboles y lo transforman en una mercancía valiosa. Sin ellos, la cocaína y la marihuana serían como las naranjas, y en lugar de ganar miles de millones pasándolas de contrabando, yo ganaría unos pocos centavos trabajando como un negro en algún campo de California, recogiéndolas.”



P.D. ¿Cinco estrellas? ¿Las mismas que a Proust, Llosa, Walser, Marías…? Pues sí, las mismas, aunque no de la misma naturaleza. La luz y energía que desprenden unas y otras estrellas son muy diversas, aunque pueden ser igual de potentes. Simplemente están dirigidas a partes distintas de nuestro cerebro y de nuestro sistema nervioso.

Tampoco puedo evitar terminar estos comentarios mencionando lo mucho que le choca a un españolito como yo leer en boca de mafiosos irlandeses o italianos de Nueva York los muchos modismos mexicanos que la novela contiene. Algo que seguramente pasará de igual forma en la otra dirección con otras traducciones.