El poder del perro

En eso reside el genio de Tío: sabe que un hombre incapaz de poner un gran mal en movimiento carece de energía para detenerlo una vez en marcha. Que lo más difícil del mundo no es reprimirse de cometer maldades, sino plantarles cara y frenarlas.

Policía secreta, piensa Art. Eso sí que es un oxímoron. Lo único secreto de la policía secreta es cómo consigue destacar tanto.

La justicia no existe y tú no tomas en serio la venganza.

Nuestras antiguas vidas eran como frágiles sueños que soñamos despiertos, y que se alejan de nosotros como humo en el viento. Quizás nos gustaría recuperar el sueño, seguir durmiendo pacíficamente, pero eso no es vida, sino sueño.

Ensanchad la silla que preside la mesa. El arzobispo Juan viene a cenar.

El poder del perro es un libro basado en el narcotráfico, la lucha contra las drogas y como el gobierno pone de su parte para que las drogas sigan en sus calles. A parte de esto, tiene muchas subtramas, conoceremos a Art Keller, un agente de la DEA, que confió en quien no debía y esto le hará dedicar su vida a luchar contra quienes lo traicionaron. La vida de Art se basa en perseguir el narcotráfico y acabar con todos los que le quitaron a alguien importante para él.
Por otro lado conoceremos a Nora, una prostituta que toma una decisión que le marcará toda su vida. Y por último conoceremos a Callan, un chico que de rebote se convierte en uno de los asesinos a sueldo más importante del momento y no sabe como salir de esa vida.
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Como siempre, el autor nos presenta una historia cargada de sucesos, de investigación, de personajes super completos y con historias únicas.
Incluso en ocasiones conseguía empatizar con algunos de los narcos del libro... de locos.
Pese a ser un libro largo engancha desde el principio y se lee de manera fluida. Uno de mis libros favoritos es El padrino, por lo que me ha recordado en muchas ocasiones algunas tramas de este libro.
Si os gustan las historias de crimen, narcotráfico, con tramas policiales de las que no puedes despegarte, recomiendo mucho al autor.

Y murmulla un fragmento de una curiosa oración que oyó en una ocasión, que no acaba de comprender, pero que sin embargo se ha quedado grabada en su cabeza...
Libra mi cuello de la espada.
Y mi vida de las garras del perro.