La gata sobre el tejado de zinc caliente

Es probable que el título “La gata sobre el tejado de zinc caliente”, de Tenesse Williams, os suene muchísimo, pero no sepáis de qué va la historia, como me pasaba a mí hasta ahora, y por eso os digo que no sé a qué esperáis para leerlo, ¡es genial!

Se trata de una obra de teatro que es todo un clásico de la literatura estadounidense y una de las obras maestras del autor. En ella, durante el transcurso de una sola noche, Williams utiliza a una familia de una plantación de algodón de Mississippi para hablarnos de la superficialidad de la sociedad del sur de los Estados Unidos y de sus más oscuros anhelos (lujuria, codicia, envidia…).

Nada más empezar ya atrapa, el autor sabe cómo crear y mantener la intriga de principio a fin, llevando al lector a vivir la historia tan intensamente como si se encontrara observando la escena por un agujero, o detrás de una cortina de la habitación en la que se desarrolla toda la trama.

Una obra de grandes personajes y potentes diálogos, cuya intensidad inicial no decae en ningún momento; pasional, visceral, terrenal… saca a relucir, a través de sus trapos sucios, la parte más animal de cada personaje y sus instintos más básicos, sin dar demasiada importancia a esa otra parte racional que todos tenemos (o deberíamos tener).

Una historia que obliga a leer de un tirón, pues domina por completo al lector, impidiéndole separar la vista del papel hasta quedar su curiosidad completamente satisfecha.

Qué gusto toparse con libros así, conocidos de oídas pero desconocidos en realidad, que comienzas sin esperar mucho y que resultan ser un bocado delicioso, concentrado, intenso, exquisito.