Eduardo_Irujo30 October 2020
La prosecución del tráfico de esclavos no fue tarea de la escoria de la sociedad inglesa. La hija de un traficante de esclavos aseguraba que su padre, aunque era un capitán esclavista y corsario, era un hombre bondadoso y justo, un buen padre, esposo y amigo. (...) Los hombres más activos en este tráfico eran hombres dignos, padres de familia y excelentes ciudadanos.
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