El almuerzo desnudo

El insulto y el sarcasmo asociados con la violencia son los motores del estilo de Burroughs.

El almuerzo al desnudo no es la primera novela escrita sobre las drogas, pero si de las primeras que no va de la representación verbal de la droga, sino de la droga misma y sus delirios, es un reflejo de la realidad y los límites de ella, y claro, la realidad no tiene límites.
Un libro que se alimenta de los escritos de Baudelaire, Huxley y de Michaux. Burroughs lo escribió en esos 15 años que estuvo intoxicado y fue Jack kerouac, quien le dio la idea de reunir en un libro todas las notas de sus impresiones con la droga, creando así una sarta de historias locas e incoherentes, un río caótico de anécdotas mutiladas, que como osos a la miel nos tiene asombrados, Irritados, escandalizados e idiotizados a un espectáculo grotesco y dantesco.

Almuerzo al desnudo es una ficción concebida por una mente enferma que nos habla desde un mundo enfermo, donde la homosexualidad y la droga aparecen como cuestiones naturales del hombre, siempre mezcladas con la crueldad, sadismo, masoquismo y más violencia. El libro además, como motivo de refrescar la historia, contiene una que otra descripción científica de drogas y prácticas sexuales.

Este libro es como cualquier droga que pruebas por primera vez, es una experiencia única y adictiva que al terminar te dejará con un "Necesito más".