Catalina

Un libro truculento. al leer el título creí que me iba a topar con una heroína al estilo Jane Eyre o una persona que bien podía ganarse mi simpatía, pero evidentemente eso no estaba en los planes de Thackeray. Y lo deja bien claro desde el inicio.

Catherine es la historia de la muchacha que le da el título al libro. de orígenes humildes, la protagonista trabaja como mesera y soporta (o, según da a entender el narrador, provoca) las reacciones más primitivas de los hombres porque es hermosa. Un día decide hacerle caso a uno de sus pretendientes, el conde de Galgenstein, y de allí en más deberá lidiar con las consecuencias de sus decisiones.

La galería de personajes que Thackeray presenta es variada, pero todos convergen en que ninguno tiene una pizca de bondad y me parece que de allí surge la rivalidad con Charles Dickens, quien podía mostrar atisbos de luz en los seres más oscuros. Thackeray explica, en un largo apartado al final del primer capítulo (interesantísimo de leer, por cierto) que funciona casi como una teoría de la novela, que su intención es que los buenos y los malos se comporten como lo que son. Partiendo de esta premisa, uno pierde las esperanzas muy rápido. El problema es que algunas situaciones que involucran a Catalina (uso la traducción porque lo leí en español) corren el peligro de quedar justificadas porque ella no es ninguna joya como ser humano. Hay que leer con cuidado.

El narrador es demasiado personal como para no ser otra cosa que una construcción del mismísimo Thackeray. Las palabras son corrosivas, al igual que el ambiente de la novela y las actitudes de los personajes, y parecen ensañarse con varias instituciones de la Gran Bretaña del siglo XVIII (el autor es del XIX pero sitúa los acontecimientos muchos años antes). Hubiera querido reírme al leer algunas frases, pero parecen haber sido pensadas con un gruñido de fondo.

En algunas partes pensé que la novela iba a terminarse o cambiar totalmente de protagonistas, pero Thackeray me engañó. Los altibajos me resultaron pesados y, sinceramente, me aburrió todo lo que involucraba a Brock. Sin embargo, el final me sorprendió porque es muy raro y abrupto al mismo tiempo.

En líneas generales, la novela me gustó y es entretenida casi en su totalidad, pero los personajes y sus acciones son insufribles.