Esta obra de William Shakespeare es comedia en cinco actos, en verso y prosa, representada en el siglo XVI, tiene como tema el amor, el cortejo y el matrimonio; amor que surge tanto en el caso de Catalina y Petruchio, como en el de Blanca y Lucencio, cuya trama sirve de contrapunto al argumento principal. Comedia que recoge el tema tradicional de la sumisión de la mujer a la voluntad masculina, con la variante del carácter fuertemente arisco de ella, de Catalina, tengo que añadir que no me gusta eso en la obra, ese papel primero de "fierecilla" para caer después en sumisión, pero bueno, ya sabemos los que leemos a Shakespeare como son sus obras, las mujeres no suelen acabar bien, ignoro el sentimiento que producía en ellas al escritor. Desde luego la obra tiene momentos líricos tan graciosos que acabas con los ojos llorosos, me he hartado de reir, y unos diálogos muy divertidos, de enredo, confusión, así que recomiendo totalmente esta lectura, que junto con Hamlet, son mis preferidas. + Leer más |
A punto de cumplirse 10 años de la abdicación del rey emérito, las librerías se atiborran de libros sobre su auge y caída.
La vida del rey Juan Carlos sigue siendo una fuente inagotable de biografías, ensayos y análisis. ¿Por qué? La respuesta podría estar en las obras de William Shakespeare. Las hazañas y vilezas del rey emérito tienen los elementos de una tragedia shakesperiana, la fuerza de un drama isabelino que no nos cansamos de contar, de leer y de releer: un príncipe sin corona que sacrifica todo (incluido a su propio padre) para reinar y que, cegado por la codicia, termina perdiendo el trono y pasa sus últimos años de vida vagando por el desierto.
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