La lápida templaria

Me llamó la atención hace tiempo este libro por un artículo que leí de Reverte en el que conversaba con Eslava Galán y no sé quién más, y les refería que había leído un libro de un inglés que demostraba un control muy grande de la historia, lugares y hábitos españoles, tanto que no se creía mucho que fuese inglés.
A Eslava Galán se le escapó una sonrisilla delatora.
Después de tenerlo durante 20 años en el estante, hace poco estuve en Arjona y una amiga me enseñó con orgullo una lápida templaria que luce en el patio del ayuntamiento.
"Escribieron un libro sobre ella", me dijo. Y leche, que tenía yo el libro, así que me decidí a meterle mano.
De sus 500 páginas, yo prescindiría tranquilamente de 250. El principio se me ha hecho bola gorda, y hasta más de la mitad no ha arrancando con un poco más del dinamismo propio de la novela de intriga histórica.
No obstante, tiene puntos fuertes, y es que Eslava Galán tira de mucha erudición en detalles históricos y localizaciones, la narrativa es buena, y el despliegue y recorrido por muchos pueblos de Jaén es impagable.
Siempre que leo este tipo de novela me quedo con una agravada incertidumbre, pues al no ser conocedor de la historia no sé qué cosas de las narradas son fieles a lo ocurrido y cuáles son flipadas del autor en pos de su trama.
Lo peor, sin duda, es que la trama no engancha, ni siquiera cuando mete en juego todo el despliegue de organizaciones ultrasecretas del mundo: Vaticano, los israelíes...
En la parte final abundan los deux ex machina, y el final es chorra y algo precipitado.
En resumen, sentimientos un poco encontrados.
¿Es malo? No, no lo es. Lento y aburrido, pero no se puede tachar de malo a algo que está bien escrito, que tiene tanto curre como esto, pero no es para ti.
¿Lo recomendaría? Uf. Si quieres poner a Jaén, sus calles, sus iglesias, sus capillas más escondidas... en el mapa literario nacional, igual es tu libro. Pero échale ganas al principio, porque insisto que con un poco de tijera hubiese ganado mucho.
Por poner un ejemplo, a falta de 10 páginas para terminar, el protagonista consigue un vuelo, de rebote, y el narrador omnisciente cuenta en media página quién ha sido la persona que lo ha cancelado y sus motivos. (¿Qué necesidad?)
Esperaba más, la verdad.