Trilogía de la noche

Esta obra no es un libro más sobre el Holocausto, La Trilogía de la noche del premiado con el Nobel de la Paz en 1986 Elie Wiesel forma parte de una las obras fundamentales para entender el Holocausto desde el punto de vista de la condición humana.

Elie Wiesel de origen húngaro fue un escritor que dedicó su vida a escribir y a dar charlas acerca de los horrores del Holocausto y quién fue detenido a la edad de 14 años por los alemanes y sobrevivió a los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald siendo liberado en 1945 por las fuerzas aliadas.

Comienza su relato autobiográfico en “La noche” recordando al asistente o custodio de la sinagoga Moshé-Shames en 1941 cuando contaba con doce años y es capturado por los nazis tres años más tarde siendo deportado al campo de concentración de Auschwitz - Birkenau donde narra su experiencia vivida junto a su familia y su pérdida de fe.

Finalmente es rescatado del campo de Buchenwald por las tropas americanas en 1945 cayendo enfermo tres días más tarde de una intoxicación debatiéndose entre la vida y la muerte recuperándose a las dos semanas, contaba con 16 años.

En “El Alba” y “El día” crea situaciones ficticias basadas en su triste experiencia vivida en los campos de concentración. En “El Alba” el protagonista narra el tiempo vivido en Palestina controlada por los británicos donde se convierte en un miembro de la resistencia judía y se ve obligado a ejercer como verdugo, debatiéndose entre problemas éticos y morales.

La Trilogía termina con “El día” una vez que el protagonista se instala en Nueva York donde ejerce como periodista y vive una historia de amor arrastrando su triste experiencia donde un accidente está a punto de acabar con su vida.

La trilogía es una profunda reflexión sobre la vida y la muerte y las consecuencias que tan terrible experiencia marcaron su vida y la de todos los supervivientes de los campos de concentración de la Alemania nazi.

Un relato directo que pone de relieve la inhumanidad de los nazis y lento proceso de deshumanización de las víctimas. El hecho de no poder amar, de no sentir nada, de considerarse un muerto viviente y el intento de suicidio dejan claro que la noche del protagonista fue muy larga, aún cuando ya era libre.