Sexografias

Resulta de gran complejidad hablar de la obra de una autora que escribe desde el la experiencia del, yo, donde ella misma es narradora y protagonista, la dificultad radica en que van de la mano la exaltación o la censura, el aplauso o el rechazo tanto para la obra como para su protagonista.
En el caso de Sexografías, me ha sorprendido la capacidad y lo que se deja ver como una gran potencia en la pluma y el manejo del lenguaje realizado por quien lo escribe, pero en el contenido lo encuentro a medio camino entre la denuncia y el panfleto, con unas crónicas mas atrapantes que otras, pero cargadas en algunas de una sexualización innecesariamente desbordada, el discurso de la exhibición para un voyerista, aunque se sobreentienda que el sexo y sus infinitas formas de vivirlo y experimentarlo es el eje central del texto, no lo encuentro ni revelador, ni aportador, más bien simplemente testimonial.
Razones por las que, aunque el libro no me disgusto, simplemente no logro atraparme con su contenido, pero la pluma de la autora si logro anidar en mi el deseo de leer otros de sus libros.