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Ruth ha dejado una vida plena, profesional y enriquecedora para tener un bebé (cosa bastante común, por cierto).El problema de esta inglesa de clase media, es que también ha dejado un apartamento en Londres para irse a vivir a un barrio residencial que prometía mucho con lo de la gentrificación, pero que, al final, se ha quedado en una aglomeración de casas aisladas por las vías de un tren que ya no pasa, una gasolinera y un bosque. Bien, Ruth tiene a su bebe (Bess, una nenita preciosa), pero lo que en la mayoría de las mujeres pasa por una depresión post-parto más o menos agua, lo de Ruth deriva en una depresión grave con síntomas esquizofrénicos (o similares que tampoco es que servidora sea una experta). A la buena mujer la da por oir y ver cosas que nadie más ve y escucha. Entre ellas, que por las noches salen chicas de las alcantarillas y las cargan en camionetas blancas. Problemas con las amistades, con el vecindario, con el personal sanitario, con el marido. Con ella misma "si es que en el fondo estoy como una regadera", piensa la pobre. Peeeeero (siempre hay peros) las cosas no son lo que parecen y hay que leer el libro para darse cuenta de qué es lo que no funciona bien, si la mente de Ruth o el mundo en general. Me ha parecido previsible desde, más o menos, la página 10 (es una exageración de las mías). En serio. Antes de llegar a la mitad ya sabía de qué iba la cosa y dónde estaba el "intríngulis" de la trama, pero como tonta que soy (y confiada), seguí con su lectura pensando en que podría sorprenderme en algún momento. Pues no. A ver. No esta mal escrita. Está bien hilvanada y contada, pero es que ya estoy mayor, he leído mucho y me las veo venir antes de que doblen la esquina. Como lectura de piscina o transporte público, está bien. Para poco más da. Y es eso, que los años enseñan mucho y cuando algo sorprende en literatura o cine, la sorpresa es mayúscula. Pues no, en este caso, no ha sido siquiera minúscula. Lo que no quiere decir que a los demás, a cualquiera que no sea yo, le guste. de hecho las críticas la ponen muy bien, pero sabemos que a las críticas las suelen financiar las editoriales ¿no? |
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