Zona Uno

Cuando voy a la biblioteca me gusta mirar la zona que ellos llaman novedades, porque de novedades tiene poco, eso, o tenemos un concepto muy distinto de lo que es una novedad, pero a veces tienen algún título interesante. Así llegó a mis manos este libro, leí la sinopsis y me intrigó.
La historia nos la cuenta el protagonista Mark Spitz, vive en Nueva York. Comenzamos con sus recuerdos ya que actualmente nos enfrentaremos a un mundo tras una epidemia. Por lo visto un virus atacó a la población convirtiéndolos en muertos vivientes. Hay de dos tipos los straggs por lo que parece estos eran más agresivos y fueron los marines los encargados de exterminarlos, luego estaban los skels eran más tranquilos, gente que se había infectado y se había encerrado en algún lugar esperando ser rescatada, de estos se encarga nuestro protagonista. Junto con un grupo dirigido por Kaitlyn nuestro protagonista se dedica a ir casa por casa, oficina por oficina en la zona de Manhattan limpiando de skels el lugar para que la gente lo pueda volver a habitar.
El libro consta de 334 páginas, dividido en bloques de días que van del viernes al domingo y es todo seguido, no hay capítulos ni nada por el estilo. No me gusta como está escrito, no por el hecho de no tener capítulos, sino porque durante el desarrollo de la historia da saltos desestructurados no solo del pasado al presente, sino en la narración, un ejemplo, en un momento dado de la historia Mark habla de la última noche, su recuerdo nos sitúa en su casa, nos cuenta que el aspersor estaba girando y regando una zona del jardín de la casa, que la lámpara que estaba encendida junto al televisor y que desprendía una luz tranquilizadora, se dirigía a la puerta principal con las llaves en la mano…. Y de pronto pasamos a conocer a su amigo Kyle con el que ha estado en Atlantic City en uno de los nuevos casinos, y nos describe cómo era el casino, las máquinas…. Y otra vez volvemos a su llegada a casa. Lo cual en ciertos puntos, no como este caso, que es un ejemplo sin hacer spoilers, te hace que resulte complicado situarse en la historia que te están contando, porque mete muchos datos que no son relevantes desde mi punto de vista y que complican la lectura, no la hacen fluida ni interesante. Y más en mi caso, que al no disponer de un tiempo concreto de lectura, sino que aprovechó los ratos que tengo, me resultaba complicado seguir la historia. Otra de las cosas que no me gusta es que se repite todo demasiado, te da la sensación que no avanzas, que eso ya lo has leído y hace la lectura muy cansina. Y todo para un final que no me ha convencido para nada, como decía mi abuela: “Tanto nadar para morir en la orilla”.