Un reloj tiene la culpa de que la vida apacible de las hermanas Bunner de un giro inesperado y ya nada vuelve a ser igual. Dos hermanas solteras viven humildemente al cargo de una pequeña merecería en un barrio de Nueva York. Estamos a finales del siglo XIX, época en que no era bien visto que una mujer no estuviera casada al resguardo de un marido que la protegiera y mantuviera, con el que poder formar una familia y vivir felizmente a su lado. Y la edad en la que se esperaba que eso ocurriera ya había pasado de largo para estas dos hermanas. Pero aparecerá en sus vidas el señor Ramy y las llenará de esperanza e ilusión. En él verán un futuro prometedor y el fin de su soledad. La forma de enfrentarse a la situación no será igual para las dos. Evelina, la hermana menor, más impulsiva y egoísta tomará decisiones sin dudar. En cambio Ann Eliza, la hermana mayor, responsable del negocio, abnegada y capaz de sacrificarse por la felicidad de los demás, antepondrá sus anhelos para no perjudicar a nadie. Una historia que en un inicio parece sencilla, sin sobresaltos ni sorpresas, da un giro en la segunda parte para ofrecernos dosis de intriga y suspense. Con una escritura bella y elegante, llena de detalles, la autora nos regala una novela corta llena de claroscuros y una descripción de la atmósfera excelente. La tristeza irá de la mano del amor, la renuncia y el sacrificio por conseguir la felicidad. Una novela que nos da la oportunidad de reflexionar sobre la soledad y el significado de la felicidad en una época donde la mujer tenía siempre todas las de perder. |