No quiero matarte

No podía sentir de la misma forma que las personas comunes y corrientes; el amor y la bondad me resultan extraños, mientras que los sentimientos más violentos, como el odio, el temor y la envidia, los tenía a flor de piel. Si quería experimentar una emoción fuerte, tenía que recurrir a la violencia.

A las personas les incomodan los velorios, porque es el único contacto que tienen con la muerte y no saben cómo lidiar con la situación.

Los cuerpos sin vida son tranquilos y silenciosos, es decir, completamente inofensivos. No se mueven, no ríen ni juzgan. No gritarían, ofendería ni abandonarían a nadie. Independientemente de los zombis y otras basuras que muestra la televisión, un cadáver es el amigo perfecto o la mascota ideal. De hecho, me siento más cómodo con ellos que con las personas vivas.

Soy un sociópata, una máquina y una ráfaga de viento. No tengo identidad ni rostro, y no siento culpa

Había dicho que el mundo necesitaba más personas dispuestas a ayudar a los demás. Pero, ¿cómo podría ayudar a la gente si eso requería que matara a alguien?

A todos los demonios que había conocido hasta el momento les faltaba identidad, cuerpo o sentimientos, Mataban para llenar ese vacío, aunque solo lo colmaran por un instante

La vida es demasiado corta…Y es un don muy preciado. No deberíamos regodearnos en la oscuridad.
-Pero alguien tiene que hacerlo…Alguien tiene que tomar la iniciativa y enfrentar la oscuridad, porque si no nunca va a desaparecer

Había pasado la mayor parte de mis días temeroso de mis propios pensamientos; del lado oscuro que me acechaba, ansioso por adueñarse de mi por completo