Contemplar las estrellas hizo que, de golpe, mis propias preocupaciones y todos los problemas de la vida terrenal parecieran insignificantes. Pensé en su lejanía insondable y en el lento curso inexorable de sus movimientos, desde el pasado conocido hacia el desconocido futuro. (...) Y durante esas escasa revoluciones , toda la actividad, todas las tradiciones, las organizaciones complejas, las naciones, las lenguas, las literaturas, las aspiraciones e incluso el mero recuerdo del Hombre tal como yo lo conocía, habían sido barridas de la existencia.