El campo de deportes, por las tardes, es una pintura, con sus árboles de otoño de tonos rojizos y amarillos y el aire impregnado del olor a hojas quemadas. Y todo el mundo riendo y gritando.
|
El campo de deportes, por las tardes, es una pintura, con sus árboles de otoño de tonos rojizos y amarillos y el aire impregnado del olor a hojas quemadas. Y todo el mundo riendo y gritando.
|
No son las grandes catástrofes de la vida las que exigen carácter. Cualquiera puede hacer frente con valor a una crisis aplastante, pero encarar las mezquinas contrariedades cotidianas con ópticas, ¡eso sí requiere coraje!
|
Yo creo que la cualidad más importante que puede tener una persona es la imaginación, porque es lo que hace posible que alguien se ponga en el lugar de otro. Y eso vuelve a la gente comprensiva y capaz de sentir compasión
|
¡Desconocidos! ¿Y usted qué es si puedo preguntárselo? Pero si no hay nadie en el mundo a quien yo conozca menos.... Si no podría saludarlo aunque me lo encontrara por la calle. Y además, permítame que se lo diga, si usted se hubiera conducido hasta hoy como una persona juiciosa y sensata y le hubiera escrito a su Judy unas cartas bonitas, animosas y paternales y de vez en cuando la viniera a visitar y le diera unas palmaditas en la cabeza diciéndole lo contento que está de que se porte tan bien... En fin, en ese caso, Judy quizá mostraría algo de respeto a sus canas |
Porque le diré, Papaíto: yo creo que la cualidad más importante que puede tener una persona es la imaginación, porque es lo que hace posible que alguien se ponga en el lugar de otro. Y eso vuelve a la gente comprensiva y capaz de compasión. Es una cualidad que debería inculcarse en los niños. En cambio, el orfanato John Grier desterraba, en cuanto aparecía, todo atisbo de imaginación en algún huérfano. La única cualidad que se estimulaba era el deber. Por mi parte, creo que los niños deberían ignorar el significado de esa palabra, odiosa y detestable, y que se les debería enseñar a hacer todas las cosas por amor.
|
Es muy hermoso recibir educación, pero no hay nada que se compare con el vértigo de poseer seis vestidos nuevos.
|
Es verdad, ¿no cree? El mundo está lleno de felicidad y ésta alcanza para todos, sólo que la gente no siempre está dispuesta a aprovechar la que le toca en suerte. El secreto está en tener flexibilidad para adaptarse.
|
¿Pero de qué sirve tratar de razonar con un hombre? Pertenece usted a un sexo, señor Smith, completamente desprovisto de sentido común y de lógica. Para hacer entrar en razón a un hombre existen dos métodos: o engatusarlos o ponerse desagradable. Como me inspiraría desdén engatusar a un hombre con el fin de conseguir lo que quiero, no me queda más remedio que ponerme desagradable.
|
Usted no puede concebir qué abismo de ignorancia es mi mente. Yo misma sólo ahora me doy cuenta de la profundidad de ese abismo.
|
Ése es el tipo de carácter que yo me propongo adquirir. Fingiré que toda la vida es un juego que debo jugar con tanta habilidad y justicia como me sea posible. Si gano, me encogeré de hombros y soltaré la risa… Y si pierdo, también.
|
Manolito ...