HABLANDO DE ZEN

Una selección de conferencias y discursos de Alan Watts sobre el budismo zen que dio a lo largo de varios años y distintos lugares entre las décadas de los años treinta y los años setenta, reunidos en este libro por su hijo Mark Watts.

A lo largo de la lectura uno puede ver claramente cómo ese pensamiento budista y taoísta que parecen tan lejanos y extraños al pensamiento occidental, en realidad está más cercano de lo que pensamos, pues uno puede encontrar tal vez de manera tenue pero constante, muchos vínculos o vasos comunicantes entre la filosofía oriental y la filosofía occidental. Estos acercamientos no sólo están presentes explícitamente en las palabras de Alan Watts que las hace notar varias veces citando a algunos filósofos clásicos o incluso psicoanalistas como Jung, sino que también se encuentran de manera implícita y tal vez menos notoria a primera vista en sus discursos.
Es incuestionable por ejemplo el acercamiento que Schopenhauer tuvo con el pensamiento oriental, sin embargo en otros autores como Kant, Hegel, Hume o incluso filósofos contemporáneos del s.XX como Wittgenstein en la filosofía del lenguaje o Kuhn en la filosofía de la ciencia pueden encontrarse también estrechos vínculos con el zen. Esto no significa necesariamente que dichos autores se hayan acercado de manera intencional al pensamiento oriental, tal vez sólo son lazos que se han dado de manera natural e inconsciente. O tal vez incluso podríamos estar hablando de una armonía que permea a fin de cuentas todo el pensamiento humano más allá de sus orígenes o cultura. Y con esto tampoco quiero decir que todos los sistemas filosóficos sean lo mismo, pues por su puesto que cada autor es distinto, y basta ver por ejemplo la conferencia sobre “El cristianismo y la naturaleza” para darnos cuenta que también existen grandes diferencias entre el pensamiento tradicional occidental (cristianismo) y el oriental (budismo, taoísmo), sin embargo me parece que a pesar de que pueden encontrarse diversos puntos contrarios, también convergen al mismo tiempo muchos puntos en común entre Oriente y Occidente.