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La premisa de unir fantasmas con intriga y un asesino en serie desde luego hace que este libro sea muy muy apetecible de leer. Ha resultado ser una mezcla que, aunque heterogénea, funciona bien y el resultad es muy satisfactorio para el lector. Tras un incidente del que poco o nada llegaremos a saber (una pena porque habría enriquecido la historia…) entre uno y cuatro millones de personas en el mundo fallecieron de repente. Y tras él comenzaron las apariciones de fantasmas… Ahora, para los que sobrevivieron, resulta casi natural cruzarte con ellos en cualquier lugar. Nuestra protagonista es Veronica, una adolescente que vive con su madre y que todas las mañanas disfruta junto a ella de la aparición de su padre a la hora del desayuno. A pesar de lo tétrico que puede parecer resulta más un homenaje o algún tipo de duelo para intentar sobrellevar mejor la aflicción de la pérdida de un ser querido. Verónica ha nacido un 29 de febrero, y según se acerca la fecha de su cumpleaños parece que las apariciones aumentan y que, incluso, se vuelven más activas a su alrededor. Sobre todo la de un chico de su edad que se le aparece en su cuarto de baño y parece que quiere comunicarse con ella, algo que las apariciones nunca hacen… Su compañero Kirk, al ver el interés de Ronnie (Veronica) por los fantasmas se sumerge, junto a un profesor de literatura en un trabajo de investigación sobre ellos para incluir y acercarse a ella. Todo ello mezclado con un asesino que está buscando su próxima víctima y que siempre asesina los 29 de febrero… Además parece que está muy muy cerca de todos estos protagonistas relacionándose con ellos de diferentes formas pero, a la vez, creando un cerco a su alrededor que le hace ser cada vez más peligroso. En general la historia parece profundizar en cómo nos afecta la muerte a los que nos quedamos aquí, cómo percibimos desde el lado de la vida el lado de la muerte. Nos hace preguntarnos por qué unos regresan y otros no y cómo reacciona la gente a convivir con las apariciones de seres queridos realizando tareas cotidianas una y otra vez pero sin poder comunicarte con ellas. Si lo aderezamos con ese asesino y con una atmósfera de tensión y cierta oscuridad, la novela se lee por sí sola. Para eso nos ayuda la perspectiva desde cuatro puntos de vista diferentes: el de Ronnie, el de Kirk, el de Brian (el chico fantasma del baño) y el del propio asesino que iremos conociendo poco a poco. Sin duda una lectura de la más interesante y una original vuelta de tuerca a las historias de fantasmas y apariciones tradicionales. Podría haber desarrollado más y mejor algunas partes, es cierto, pero aun así consigue tu interés, tu atención y puede que también un poco de tu miedo… Enlace: https://lecturadirecta.blogs.. |
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