La Casa embrujada

Los Smurl son una familia americana, religiosa y sencilla que por circunstancias de la vida se ven obligados a mudarse a una casa en West Pittson, Pensilvania.
Todo parece ir bien en su nuevo hogar (un adosado que comparten con los padres de Jack) hasta que, lo que en principio son solo golpes aislados, malos olores u objetos que desaparecen sin más, terminan dando paso a otro tipo de situaciones mucho más macabras y espeluznantes: súcubos, exorcismos, apariciones…
Desesperados ante todo lo que está ocurriendo deciden acudir a dos expertos demonólogos: Ed y Lorraine Warren.

Este libro es el testimonio de la infestación demoníaca que sufre la familia, respaldado por más de doce personas, entre ellos policías, sacerdotes, vecinos, periodistas, etc.
Las cosas que ocurren en esa casa ponen los pelos de punta y hay situaciones que incluso cuesta creerlas. El libro incluye una serie de fotografías que te ponen más en situación, por lo que llegas a un nivel de sugestión que personalmente para mí era imposible leerlo de noche sin tener pesadillas.
Ir al baño estas noches mientras lo leía ha sido toda una Odisea.
¿Realmente ocurrió todo eso o se han excedido en crear dramatismo? Prefiero pensar lo segundo porque la sola idea de que estas cosas puedan llegar a pasar me dejan loca.

Sí que lo he disfrutado muchísimo, dentro de mi masoquismo y como amante incondicional del terror.

Lo recomiendo mucho si os llama la atención el tema de casas encantadas. Eso sí, las veces que los Warren pisan la casa se pueden contar con los dedos de una mano. Tengo que añadirlo porque “me he reído” mucho con eso. Pero oye, que admiro mucho lo que hacen. Yo no sería capaz.

Muy buen libro para estas fechas de Halloween. Y para cualquier otra, claro que sí.
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