Querido hermanastro

La adicción a una persona hay que tratarla del mismo modo que la adicción a una droga.

Al final estabas tú, y eso ha hecho que todo valga la pena.

—Siento que ves una parte de mí que la mayoría no ven. Y si no he conseguido que me odies es porque sabías que el Elec que estabas viendo no era yo. Gracias por ser lo bastante inteligente para ver lo que había detrás.

—Pues en realidad hay una gran diferencia. Eres la única chica del mundo que está prohibida para mí y, joder, eso hace que te desee mucho más que ninguna otra cosa.

-No te voy a dar lo mismo que a ellas..., pero puedo darte más. Te daré algo mejor. Puede que sea solo una noche pero haré que cada segundo cuente-

—Tú haces que sienta las cosas, Greta. Siempre lo has hecho. Cuando estoy cerca de ti, tanto si se trata de cosas buenas como si son malas… lo siento todo. A veces no lo llevo muy bien y trato de resistirme comportándome como un gilipollas. No sé qué tienes, pero siento que cuando me miras ves al verdadero Elec.

Siento que ves una parte de mí que la mayoría no ven. Y si no he conseguido que me odies es porque sabías que el Elec que estabas viendo no era yo. Gracias por ser lo bastante inteligente para ver lo que había detrás.

Por muy destrozado que esté, un corazón siempre seguirá latiendo.

-No tengo ningún problema con el modo en que me miras. El problema es lo que siento cuando lo haces.-

Nuestros corazones se comunicaban de una forma que nuestros egos no nos habrían permitido hacer con palabras.