La casa al final de Needless Street

Siempre es difícil hablar de un libro como este, con tantos secretos que solo van desvelándose poco a poco y hacia el final. Por lo que parece, 𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒂𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝑵𝒆𝒆𝒅𝒍𝒆𝒔𝒔 𝑺𝒕𝒓𝒆𝒆𝒕 ha tenido bastante éxito y la explicación puede deberse a un estilo críptico, que, sin embargo, invita a seguir leyendo hasta el final para saber qué está pasando. Ese 𝘲𝘶é es justo de lo que no quiero hablar en esta reseña, ya que es mucho más divertido si cada lector lo va descubriendo por si mismo.

Sí puedo contar ciertos aspectos del libro que me han sorprendido. Para empezar, se trata de un libro con múltiples puntos de vista. Eso siempre te deja una sensación de desconfianza hacia alguno de esos narradores (o hacia todos), pero creo que Catriona Ward lo maneja de una manera estupenda, contribuyendo al misterio y a cierta confusión que alimenta la intriga. No me parece que sea un caso de “narrador tramposo”, más bien creo que la autora consigue llevar el suspense hasta el final. La autora juega con los narradores pero también con el tiempo de narración, pero, de nuevo, no es algo que me haya molestado, sino todo lo contrario. Y por último, 𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂 𝒂𝒍 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝑵𝒆𝒆𝒅𝒍𝒆𝒔𝒔 𝑺𝒕𝒓𝒆𝒆𝒕 no es una novela de terror propiamente dicho, quizás hablemos de terror psicológico que te puede llevar más al thriller, pero tiene algunos momentos bastante turbios. Hay escenas que se te quedan marcadas en la cabeza y que te cuesta soltar después.

Para mí no tiene grandes puntos negativos salvo algunos detalles de la trama que no me han convencido, pero es una opinión muy subjetiva y no creo que sean importantes. Desde luego, yo espero seguir leyendo a Catriona Ward porque tiene ese estilo reconocible de una Daphne du Maurier más oscura o una Shirley Jackson más desatada.