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No sé por donde comenzar... ¡Lo amé! Sí, definitivamente este libro estuvo muchísimo mejor que los anteriores —que lamentablemente las historias no estaban... muy bien que digamos—. Adoro a Rehv. Siempre me había gustado y poder, finalmente, conocer su historia y ver por todo lo que ha tenido que pasar durante su vida, solo hizo que lo ame más y más —aunque se acerque muchísimo, no supera a mi Zsadist—. Pero es un macho que hizo lo que debía por el bien de su familia. de sus mujeres. Además de demostrar ser un macho leal, respetuoso y que no duda en darlo todo. Adoro a Elehna. He leído muchísimos comentarios sobre que algunas de las mujeres no tenían personalidad, que no tenían la fortaleza necesaria que los machos necesitaban pero, déjenme decirles, que la fortaleza no solo es plantarse y ser un rebelde y hacer-lo-que-se-me-de-la-maldita-gana —como muchas creen—, sino, tener la valentía de enfrentarse a los momentos difíciles, enfrentarse a tomar decisiones que pueden cambiarlo todo y salir victoriosos. Y, aunque algunas de ellas no me han agradado tanto, todas tienen fortaleza a su manera. Amo esta pareja. Amo a Rehv. Amo a Elehna. ¡Y los adoro! Por cierto, ¡te odio Lash! En fin, el libro me pareció excelente. Superó las expectativas que tenía con respecto a libros anteriores y Ward logró que vuelva a darle cinco estrellas. Espero que siga así y no me pase como con Phury... |
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